Darío Jaime tiene 42 años y vive en el barrio 17 de Octubre junto a su madre Normita,como muchos la conocen a través de las redes sociales, donde juntos tratan de mostrar lo duro que es atravesar el Alzheimer, enfermedad que lleva acompañando su vida desde hace ya seis años. Una mujer cuya risa iluminaba las salas del registro civil en Ciudad del Milagro, convive con una enfermedad traicionera que arrebata sus recuerdos y su identidad, dejando a su paso un rastro de fragmentos rotos y vacíos de memoria.
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Darío Jaime tiene 42 años y vive en el barrio 17 de Octubre junto a su madre Normita,como muchos la conocen a través de las redes sociales, donde juntos tratan de mostrar lo duro que es atravesar el Alzheimer, enfermedad que lleva acompañando su vida desde hace ya seis años. Una mujer cuya risa iluminaba las salas del registro civil en Ciudad del Milagro, convive con una enfermedad traicionera que arrebata sus recuerdos y su identidad, dejando a su paso un rastro de fragmentos rotos y vacíos de memoria.
El joven, decidió abrir su corazón y expresó a El Tribuno, todo lo que tuvo que pasar junto a su mamá desde que la enfermedad del Alzheimer fue ganando lugar en su vida. "Soy el papá de mi mamá", define en una de las presentaciones de sus redes, para confirmar que ésta filosofía de vida ya es parte de ahora en más del lazo genuino de amor entre ambos. Para él cuidar de su madre se convirtió en una misión sagrada, en un acto de amor inquebrantable que desafía los límites del sacrificio y la dedicación. Quien una vez fue su hijo, se transformó en su protector, su guía a través del laberinto de la enfermedad.
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo hasta las tareas más sencillas. Las personas con esta enfermedad también experimentan cambios en la conducta y la personalidad. No hay cura, pero los medicamentos y las estrategias de control pueden mejorar los síntomas temporalmente.
Según una de las últimas investigaciones, españoles del Instituto Sant Pau (Barcelona) concluyeron que ésta enfermedad suele aparecer después de los 65 años y se florea en los mayores de 80, cuando 1 de cada 2 es demente. Se calcula que existen 400 mil pacientes con la enfermedad en Argentina y 40 millones de casos en el mundo. Por este motivo, uno de los grandes objetivos de la ciencia internacional se basa en ajustar al máximo las herramientas de diagnóstico temprano. La premisa es concreta: cuanto más rápido se tiene la información, mejores chances de un envejecimiento saludable.
“¿Mamita cómo estás hoy?”, le preguntaba Dario a su mamá, previo a la entrevista, mientras Normita está sentada con sus juguetes viendo la televisión. Muy tranquila, serena y atenta a todo lo que pasaba a su alrededor.
Hoy en día, Normita está con un grado avanzado de la enfermedad. Todo inició hace 6 años cuando comenzaron a notar algunos síntomas de alarma como por ejemplo, olvidos repentinos de nombres y luego le afectó la memoria a corto plazo. Decidieron llevarla a un neurólogo para realizarle algunos estudios, allí le diagnosticaron Alzheimer. En ese momento tenia 60 años, aunque comenzó con los primeros síntomas a los 57.
Al consultarle sobre cómo era la vida de su mamá previo a la enfermedad, su hijo señaló que “Ella trabajaba en el registro civil en Ciudad del Milagro, donde se jubiló. Fue siempre muy divertida, siempre con muy buena onda y de buen humor, fue todo un cambio en su vida y en nuestras vidas”. Durante casi 6 años estuvo a cargo como cuidador de su mamá, dedicando varias horas junto a ella, hoy en día, cuenta con cuidadores y tiene su obra social para costear algunos gastos de su tratamiento. Cabe aclarar que, ella se encuentra separada hace bastante de su esposo, con quien tuvo tres hijos, los cuales se hacen cargo de ella en todo momento.
“Uno de los días más difíciles fue cuando ella no me reconoció por primera vez”
La mujer está con pocas actividades cognitivas, ya que se encuentra en un grado avanzado de la enfermedad. “Más que nada ahora está con fisioterapia y fonoaudiólogos, porque después les cuesta deglutir la comida y cada vez les cuesta más caminar, porque afecta la parte motriz del cuerpo”, informó Darío.
“Uno de los días más difíciles fue cuando ella no me reconoció por primera vez, yo estaba cocinando y ella estaba en su habitación salió y me dijo ¿dónde está Dario?, ese momento fue el día más triste de mi vida” detalló el joven con una voz quebrada y un semblante triste.
Para resguardar la integridad física de Norma Acosta se debió adaptar el domicilio, es así que en su habitación sólo hay lo justo y necesario, porque quienes padecen esta enfermedad tienden a ocultar cosas. Actualmente, está en la etapa que se lleva todo a la boca, como un niño, indicó su hijo, mientras informó que no hay que dejar elementos peligrosos a su alcance.
El vínculo de Darío y Normita con las redes sociales
A través de las redes sociales, Dario comparte la historia de su madre y su lucha contra el Alzheimer. En TikTok, Instagram y Youtube, Normita se convierte en un faro de inspiración, irradiando amor y fortaleza a una comunidad que la abraza con cariño y compasión.
El influencer compartió con El Tribuno cómo comenzó la viralización de los vídeos en redes, “mi hermano me incentivó a que subiera contenido, y ya llevamos junto a mi mamá un año en las redes. Ahí recibimos mucho apoyo y conocí varias historias similares a la de nosotros, se armó una comunidad muy linda”. Dario se sinceró y dijo que allí tratan de mostrar el día a día de lo que es convivir con una persona con alzheimer para demostrarles que se puede darle una mejor calidad de vida y hacerlos sentir queridos y acompañados. “Están perdiendo todo, su identidad, sus recuerdos y tratamos de concientizar en las redes a través de la enfermedad”, confesó. Los vídeos capturan momentos de ternura y complicidad entre madre e hijo, instantes preciosos que desafían la implacable marcha del tiempo. Los seguidores llegan de todas partes, ofreciendo palabras de aliento y apoyo en un gesto de solidaridad que trasciende las barreras del espacio y el tiempo.
Las reglas al exponerse en las redes tienen una amplitud. Hay contenidos que pueden llegar a ser muy bien recibidos o altamente cuestionados. Es así que, el joven aseveró, “es más el amor y el cariño que uno recibe en las redes que el hate. Voy sacando fuerzas para sacar adelante a mi mamá y devolverle todo el gran amor que ella me dio”.
Al respecto de los bebotes que son parte cotidiana en la vida de Normita, su hijo se refirió a que, fue una recomendación por parte de sus seguidores quienes ya pasaron por esta situación acompañando a un familiar que padece Alzheimer. “Fue un excelente consejo porque ella se entretiene un montón, interactúa con el bebé y le hacen re bien”, declaró.
En su hogar Normita ya recibió a varios seguidores, no solo de Salta sino de otras provincias que se llegaron a demostrarle su amor y cariño más allá de la pantalla. Para Dario, cada día es una lección de amor y sacrificio, un recordatorio conmovedor de la fragilidad de la vida y la fortaleza del espíritu humano. A través del dolor y la adversidad, él encuentra la fuerza para seguir adelante, para abrazar cada momento junto a su madre con gratitud y amor incondicional.
El alzheimer es un tipo de enfermedad que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. El alzheimer es un largo adiós, aunque los enfermos son incurables ninguno es incuidable.