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Se acerca uno de tus pares del trabajo y comienza a darte órdenes como si fuera tu jefe, mientras todos a su alrededor observan la situación y comentan por lo bajo: "¿Quién se cree que es?, es solo es un empleado, uno más del montón. ¿Piensa que es superior a nosotros?". Estos son algunos de los comentarios que suelen susurrarse en las oficinas y otros lugares laborales que muchas veces generan malestar entre los empleados y un mal clima de trabajo. Para la psicología, estas personas, que tienen estas características, las enmarca dentro de lo que es el llamado complejo de superioridad. Un tipo de personalidad en el que la persona intenta esconder una baja autoestima mediante el enaltecimiento de su figura, es decir, haciendo sentir inferior a los de su entorno.
En diálogo con El Tribuno, el licenciado en recursos humanos Francisco Fernández Ovide y el licenciado en gestión educativa Juan Facundo Ibáñez, describieron, explicaron y brindaron algunos consejos para detectar y trabajar con una persona que tiene un complejo de superioridad.
Pero, ¿qué es el complejo de superioridad?
Ambos profesionales concuerdan que el complejo de superioridad hace referencia a un tipo de actitud en el que las personas se perciben a sí mismos como superiores a los demás, poniendo en valor sus propias habilidades sin tener en cuenta las del resto.
Ibáñez, quien también es profesor de psicología social y laboral en la Universidad Católica de Salta, agrega que "el complejo de superioridad es paradojal, dado que en realidad existe un complejo de inferioridad latente, una autopercepción negativa o de baja estima de sí mismo lo que impulsa a una compensación en la conducta de esa percepción".
Esto se ve reflejado cuando un compañero de trabajo intenta a través de críticas destructivas, palabras de desprecio y, en el peor de los casos, violencia verbal, desestabilizar al resto de sus pares. Mediante esta desestabilización logra quebrantar el autoestima de los demás y de esa forma logra sentirse mejor con él mismo, ya que en realidad atrás de toda esa figura arrogante, lo único que hay es una persona con rasgos de inseguridad.
El origen de la formación de este complejo puede plantearse desde dos lugares. Una de ellas tiene como causa el entorno donde creció la persona, ya que a veces hay ambientes donde se plantea de forma constante las dinámicas de ganar o perder. La otra tiene que ver con ciertos ambientes que perpetúan las comparaciones tóxicas constantes con un otro.
Tal es el caso de un chico que vuelve del colegio luego de un examen y le cuenta a sus padres la calificación que sacó con orgullo, mientras que ellos, por otro lado, lo primero que hacen es preguntar "¿cuánto se sacó el otro compañerito?".
Estos tipos de actitudes solo generan que las personas terminen infravalorando sus propias capacidades.
Cuáles son sus características principales
El licenciado Ibáñez plantea algunas características que pueden estar presentes en personas con un complejo de superioridad.
- Posturas prepotentes y agresivas con los demás.
- Rigidez en la conducta, deja de lado los aspectos situacionales en la relación con las personas.
- Carencia de empatía y de una comunicación asertiva, solo acepta una comunicación unidireccional.
- Necesidad exacerbada de dominio, control y poder sobre los otros (familia, amigos, compañeros de trabajo etc.)
- Conducta reactiva permanente ante el desacuerdo o crítica de los demás.
- Fluctuación repentina en los estados de ánimos, siendo la variable externa lo determinante más que una estructura interna sólida de personalidad. Es decir que, este tipo de personas cambian repentinamente su humor afectados por cosas de su alrededor, por ejemplo cuando reciben críticas, debido a que le afectan mucho las opiniones del exterior ya que su personalidad no logró ser lo suficientemente fuerte.
Desde el área de los recursos humanos, Francisco Ovide agrega que también que las personas con complejo de superioridad:
- Tienden a menospreciar las ideas o aportes de sus compañeros.
- No admiten cuando cometen un error.
- Tratan constantemente de exponer de manera negativa a sus compañeros.
Cómo perjudica el ambiente laboral
"Tener colaboradores con este complejo, suele tener casi siempre un impacto negativo en la dinámica diaria del equipo y el clima de trabajo", afirma Ovide. La presencia de una persona con complejo de superioridad puede llegar hasta afectar el rendimiento de los equipos, ya que hay un punto en el que este tipo de actitudes impide una comunicación efectiva y genera conflictos interpersonales.
Qué es peor, un compañero o un jefe con complejo de superioridad
El complejo de superioridad es ajeno a cualquier estrato laboral, puede presentarse en un colega o en un cargo superior, como un jefe. El especialista en recursos humanos afirma, que cuando se presenta en cargos "bajos" suele manifestarse como una actitud de desafío hacia los colegas. Pero en los niveles más altos se muestra con la toma de decisiones autoritarias, sin consideraciones con el resto de empleados y a veces hay una tendencia a menospreciar las contribuciones de los demás.
Juan Ibáñez agrega que ante el complejo de superioridad también inciden las políticas de la empresa, si prima una cultura punitoria ante el error seguro se desarrollarán "guardianes de la excelencia". Estas personas son definidas por el licenciado como "aquellos que miran a los otros desde arriba ya que ellos no cometen errores".
En cambio, si se plantea un ambiente donde se tome al error como fuente de aprendizaje, generará un mejor ambiente de trabajo.
Cómo detectar y abordar a alguien con el complejo
Ambos profesionales concuerdan en que es importante establecer un constante feedback con los jefes, de esta forma ellos podrán regular el desempeño de los integrantes de un equipo de trabajo estableciendo expectativas en cuanto al comportamiento y normas de convivencia esperadas.
Ovide resalta la importancia de "brindar capacitaciones en habilidades blandas con temas como liderazgo, comunicación efectiva, inteligencia emocional y trabajo en equipo". Además, agrega que es importante para abordar esta problemática la observación directa de las interacciones del personal y si no "pueden existir otros métodos como las evaluaciones de desempeño anuales, encuestas de clima laboral o mismo en las conversaciones que uno mantiene con el resto de los trabajadores de la empresa".
Desde la psicología Ibáñez apunta a la necesidad de analizar las dinámicas de grupo y observar los roles formales e informales de los trabajadores, ya que es igual de importante el cómo se relacionan con sus compañeros y la dinámica que generan, como su desempeño laboral. "¿Generan sinergia?¿Propician el diálogo abierto, directo y amable? ¿Buscan alternativas a los problemas, poniendo el foco en las soluciones o en las personas descalificándolas? Esta visualización de roles se puede lograr con entrevistas de satisfacción laboral", declaró el licenciado en Gestión Educativa.
Cómo sobrellevar a una persona con complejo de superioridad (sin morir en el intento)
Es vital entender que el problema es de quien tiene el complejo y tomar distancia de esas actitudes puede resultar mucho más sano para la salud mental. "Quitarle validez al impacto de sus palabras, entendiendo que la persona actúa desde la limitación de su autoestima", sostiene Ibánez.
El resentimiento y las explosiones de ira son los aliados clave de las personas con complejo de superioridad, ya que en base a estas dan cuenta del impacto que pueden llegar a tener en el otro.
Y en caso de sentirlo necesario, siempre se puede abordar a la persona desde la asertividad, mostrándole el impacto negativo que provoca con sus acciones.
"La asertividad de nuestra parte garantiza que la persona con complejo de superioridad sepa claramente nuestro pensamiento y que no somos parte de su círculo de sumisión y/o temor", concluyó Ibáñez.