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El mundo del tarot, muchas veces envuelto en misterio y curiosidad, tiene detrás una historia de símbolos, energía y conexión espiritual. En una jornada especial, El Tribuno recibió la visita de Natalia Lorena, tarotista, canalizadora y especialista en registros akáshicos, quien compartió su experiencia, sus métodos de trabajo y una lectura colectiva sobre las energías del país.
“Es un gusto poder hablar de lo que me apasiona, el tarot. Es una herramienta que utilizo tanto en lo personal como en lo profesional”, comenzó diciendo Lorena, quien asegura que su vínculo con el mundo energético se remonta a su infancia. “Desde niña tenía percepciones, canalizaba mensajes, pero no entendía lo que me pasaba. Con el tiempo, empecé a estudiar y a conocer personas que me guiaron en este camino. Sin embargo, la mayor parte de lo que sé lo aprendí de manera autodidacta, a través de las canalizaciones que hago en cada lectura de cartas”.
Tarot y oráculos: dos caminos para la conexión
Durante la charla, Lorena mostró varios de los mazos con los que trabaja y explicó la diferencia entre tarot y oráculo, una distinción que suele pasar desapercibida para el público general.
“El tarot está compuesto por 78 cartas, divididas en 22 arcanos mayores y 56 menores, mientras que los oráculos no siguen esa estructura, tienen mensajes más directos o simbólicos y varían según la intención del autor”, explicó.
Entre los mazos que utiliza con frecuencia, mencionó algunos de los más emblemáticos: el Osho Zen, que invita a una lectura introspectiva sobre el presente emocional; el tarot mítico griego, con sus referencias a la mitología clásica; y el oráculo Lenormand, un sistema creado en el siglo XIX y popularizado por Madame Lenormand, consejera de Napoleón Bonaparte.
Lorena aclaró que la elección del mazo no es casual. “Cada persona maneja una energía diferente. De acuerdo a quien tengo enfrente, canalizo cuál mazo voy a usar. Si alguien viene con una carga emocional, elijo un mazo que me permita ampliar su perspectiva. El tarot que uso siempre depende de la energía del consultante.”
El ritual y la energía: cómo se prepara una lectura
Antes de cada sesión, la tarotista prepara el espacio y las energías para garantizar una lectura equilibrada. “Siempre limpio las cartas, a veces con saumerio y otras veces con mis propias intenciones. Además, preparo esencias naturales, agua florida y aceites frutales, de acuerdo con la vibración de la persona que va a consultar”, detalló.
Durante la visita, Lorena utilizó esencia de menta, una fragancia que eligió canalizando previamente la energía del encuentro. “Las esencias no son solo aromas: son herramientas que ayudan a cubrir el campo energético del lugar. Cuando hago una tirada, no solo protejo a la persona que tengo enfrente, también me cubro yo, porque el tarotista recibe constantemente energías ajenas.”
La entrevista se realizó en el jardín del diario, un espacio abierto que, según la invitada, favorece la circulación energética. “En lugares así, donde hay mucha naturaleza, suelo pedir la guía de los seres elementales: hadas, gnomos y duendes, que ayudan a bajar la información con más claridad.”
Una vida entre cartas, números y registros
Además de su trabajo con el tarot, Lorena estudió numerología, astrología básica, quiromancia y registros akáshicos. “El tarot está altamente ligado a la astrología y la numerología, porque cada arcano tiene un número, una vibración y un planeta asociado. Todo está conectado”, explicó.
Contó que su vida estuvo marcada desde pequeña por una percepción intensa del entorno. “De niña veía cosas que iban a pasar. Tenía una infancia difícil, porque no disfrutaba los juegos como los demás. Sabía cuándo alguien se iba a caer o lastimar, y eso me angustiaba. Recién con el tiempo comprendí que lo que me pasaba era un don.”
El aprendizaje de los registros akáshicos, una práctica que busca acceder a la memoria energética del alma, le permitió entender su capacidad de canalización. “Hay cosas que podés evitar y otras que no, pero aprendés a aceptar la vida como viene.”
Una tirada para el país: entre cambios y esperanza
Uno de los momentos más esperados de la entrevista fue la tirada de cartas sobre las energías que atraviesa la Argentina en la previa de las elecciones. Lorena eligió combinar el oráculo Lenormand con el tarot mítico griego, buscando interpretar la vibración colectiva del país.
“La estabilidad económica del país va a ir creciendo, aunque hoy la gente sienta que no. Aparece la carta del triunfo. Gane quien gane, el país va a empezar a salir adelante”, afirmó.
Según explicó, las cartas también reflejaron diálogo y consenso entre dirigentes, incluso entre espacios opuestos. “Aunque parezca que se enfrentan, hay conversaciones y acuerdos. Pero la llave indica que el poder está en los ciudadanos: hay que votar, porque esa es la herramienta para decidir el rumbo.”
En su lectura, Lorena también mencionó la presencia de una figura femenina fuerte en la escena política nacional que podría alejarse del poder antes de tiempo. “No me gusta poner nombres, pero canalicé la energía y me llegó el nombre Victoria”, dijo en referencia a la actual vicepresidenta.
Respecto al futuro inmediato, anticipó un período de turbulencias económicas y laborales, con pérdida de empleos y tensiones sociales, pero con una salida positiva a largo plazo. “Vamos a ver una Argentina que se levanta, pero primero hay que pasar por procesos difíciles. La carta final muestra limpieza y renovación. Es el mensaje de dejar de pelear y enfocarse en construir.”
Un mensaje final de conexión y esperanza
Para Lorena, el tarot no es un juego ni una herramienta de adivinación, sino un medio de autoconocimiento y transformación personal. “El tarot no predice destinos fijos. Te muestra caminos posibles y te ayuda a comprender tus emociones y decisiones. Cada carta es una conversación con el alma.”
Al cerrar la entrevista, la tarotista dejó un mensaje de reflexión: “Más allá de los cambios que se avecinan, las energías son de crecimiento. Si dejamos de discutir y aprendemos a escuchar, el país y cada uno de nosotros vamos a evolucionar. Voten, participen, decidan. Ese es el poder más grande que tenemos.”
Lorena participa habitualmente en la feria holística de Plaza España, donde ofrece sesiones de tarot, numerología y registros akáshicos. Además, atiende en su propio espacio en la ciudad de Salta. “No siempre tengo tiempo de actualizar redes, pero pueden comunicarse conmigo al 387-418-3099”, comentó entre risas.
Una conclusión clara: la energía está en movimiento
El encuentro con Natalia Lorena dejó una sensación de equilibrio y esperanza. Con su estilo pausado y su mirada atenta, transmitió una visión del tarot que combina espiritualidad, intuición y observación. Más que una predicción, su lectura fue una invitación a mirar hacia adentro y reconectarse con la energía personal.
“El tarot no habla de futuro -cerró-, habla de procesos. El futuro se construye con cada decisión. Y esa, sin duda, es la mejor carta que podemos jugar.”