¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
19°
15 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Hay cosas simples que no necesitan Wi-Fi para conectarnos: gran encuentro de barriletes en Cerrillos

Este miércoles 16, a las 16, en el Bº Santa Teresita, un evento apelará a la memoria, a la infancia compartida y al viento: habrá una gran juntada de barriletes y cometas, organizada por el profesor Mauricio Cruz.
Martes, 15 de julio de 2025 07:28

Mientras los celulares acaparan los ojos y los dedos de chicos y grandes, hay un pedacito de infancia que no se resigna a volverse recuerdo. En las vacaciones de julio, y en Salta eso significa que el cielo vuelve a llenarse de color, de hilo suelto, de gritos felices, de esa adrenalina que da correr y ver cómo el barrilete se desprende de la tierra para bailar entre las nubes.

Este miércoles 16, a las 16, en el barrio Santa Teresita de Cerrillos, ese rito volverá a cumplirse con una juntada especial: será un encuentro de barriletes y cometas organizado por el profesor Mauricio Cruz, con la intención de reunir a la comunidad en torno a un juego que no pasa de moda y se transmite de generación en generación.

Una tradición que se mantiene firme

A pesar de que la tecnología avanza a paso firme con tablets, videojuegos y redes sociales que invaden cada rincón de la vida cotidiana, el barrilete no se da por vencido. Sigue ahí, aguantando el paso del tiempo, con formas nuevas, pero manteniendo su esencia intacta: hilo, estructura y viento.

En vacaciones es el tiempo perfecto. Y comienzan a aparecer vendedores con colecciones de cometas listas para despegar. Las hay de todos los colores y formas: rayas, dragones, aves, murciélagos, boomerangs e incluso modelos de diseño más complejo como los famosos Delta Popup o Diamante, a los que se les suman enormes rollos de hilo.

Pero más allá del diseño, hay algo que no cambia y es ese momento mágico en que el barrilete se eleva, y con él, se elevan también las risas, los recuerdos y las ganas de jugar.

De la esquina al recuerdo

Los que peinan canas todavía recuerdan las juntadas en los baldíos, las "canchitas" donde se competía para ver quién lograba volar más alto. No faltaban los diseños caseros hechos con papel de diario, cañas, plasticola y mucha imaginación. Hasta los telegramas de papelitos que se deslizaban por el hilo eran parte del ritual: llevaban mensajes que volaban junto con el barrilete, como si el viento los pudiera llevar más lejos.

Y sí, también estaban los barriletes caídos, atrapados entre los cables de luz, colgando como testigos de un vuelo truncado. Pero lo importante era intentar, correr, armar, volar. Y compartir.

Herederos del cielo

En Salta hay verdaderos referentes de esta pasión. En Cerrillos, las grandes juntas en torno al barrilete se remontan a los años 50 y eran impulsados por los curas párrocos. Después llegaron los campeonatos barriales. En los 80, Carlitos y la Gringa “Peluca” animaban los torneos que parecían verdaderas fiestas, y los nombres se repetían año a año: los hermanos Aramayo y Armella, los Pérez Paz, Yuyi, Nico, Gustavo Morales de la Farmacia, Zapana, Jorgi Casares, Frangollo Sánchez, Alfredo Arjona, Martín Abarzúa, los Russo, Cruz, Rangeón, Baduna, Rico, entre otros tantos.

En cada pueblo del Valle de Lerma o los Valles Calchaquíes, siempre hubo un barrilete que rompía la quietud del cielo.

Del juego a la historia

Pocos saben que el barrilete es tan antiguo como fascinante. Nació en China hace siglos, y se usaba para comunicar mensajes en medio de las batallas. En Occidente, Benjamín Franklin lo convirtió en instrumento científico para estudiar el pararrayos, y más tarde sirvió para medir la atmósfera. Pero fue el juego, el disfrute compartido, lo que lo mantuvo vigente.

Hoy, en Cerrillos, ese juego sigue más vivo que nunca. Este miércoles será un buen momento para volver a mirar el cielo, barrilete en mano, y recordar que hay cosas simples que no necesitan Wi-Fi para conectarnos.

 

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD