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El plantel de Lanús sufrió una agresión en Santiago cuando su micro fue apedreado por simpatizantes de la Universidad de Chile, pese a la sanción que impedía la presencia de público en la semifinal de ida de la Copa Sudamericana.
El episodio encendió la tensión antes del partido y volvió a exponer los problemas de seguridad en el fútbol sudamericano.
El hecho ocurrió mientras el equipo argentino se dirigía al estadio para disputar el primer encuentro de la serie.
A pocas cuadras del acceso, el micro recibió piedrazos y botellazos que provocaron daños en los vidrios y generaron momentos de miedo entre los jugadores y el cuerpo técnico.
Los efectivos policiales intervinieron para dispersar a los agresores, aunque no se registraron heridos.
Eduardo Salvio expresó su enojo en redes sociales con un mensaje directo que reflejó el malestar del plantel: “Así nos reciben los hinchas locales. No cambiamos más, no mejoramos más. Lamentable”, escribió el ex Boca, acompañando sus palabras con una imagen del micro dañado. Luego agregó: “Hasta que no maten a un jugador, ¿no van a cambiar?”.
Otros futbolistas del conjunto granate, como Walter Bou, replicaron la publicación de Salvio y sumaron su repudio. Dentro del grupo hubo bronca por la falta de garantías y preocupación por el desarrollo de la serie, que se disputa sin público tras la sanción que la Conmebol impuso a la Universidad de Chile por incidentes anteriores.
El club argentino aguardó la autorización para ingresar al estadio bajo un fuerte operativo de seguridad y con supervisión de delegados del torneo. Desde Lanús consideraron que la agresión marcó un antecedente grave y reclamaron medidas ejemplares para evitar que hechos similares vuelvan a repetirse en el continente.