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La esperada visita de Lionel Messi a Calcuta, India, en el marco de su “GOAT Tour 2025” se convirtió rápidamente en un episodio caótico que dejó a miles de hinchas con un sabor amargo. Lo que se preveía como una fiesta para los fanáticos del fútbol terminó transformándose en un escándalo sin precedentes, cuando el astro argentino abandonó el estadio Salt Lake de manera abrupta, tras solo diez minutos de estar presente.
La frustración de los hinchas, que esperaban un encuentro cercano con su ídolo y habían pagado precios elevados por las entradas, se desbordó tras la desorganización de la cita. Messi, junto a sus compañeros Luis Suárez y Rodrigo De Paul, apenas tuvo tiempo de saludar a los presentes. La promesa de un evento inolvidable se desmoronó cuando los organizadores permitieron que políticos y sus familias rodearan al jugador, evitando que se acercara al público. Según algunos testigos, Messi intentó interactuar con los fanáticos, pero fue "agarrado de la mano" por un político para posar para una foto familiar.
El malestar se multiplicó cuando las horas de espera de los aficionados terminaron en un evento sin contacto directo con el jugador. La falta de seguridad y el caos organizativo culminaron con una invasión de campo por parte de los hinchas, quienes, en su desesperación, comenzaron a destrozar las butacas del estadio. Los videos que circularon rápidamente por redes sociales mostraron una multitud enfurecida, mientras las autoridades locales intentaban controlar la situación. Los hinchas, decepcionados y sintiéndose estafados, mostraron su furia en el campo, convirtiendo el estadio Salt Lake en un escenario de vandalismo y desorden.
La situación empeoró a medida que el equipo de Messi y la comitiva se vieron obligados a abandonar el lugar en medio de la tensión. La furia de los hinchas, mezclada con la impotencia por la falta de atención, convirtió el homenaje al “GOAT” en un escenario de caos.
Arrestan por estafa al organizador
Ante los disturbios, el responsable de la organización del evento fue arrestado. Jawed Shamim, Director General de Ley y Orden de la Policía Nacional de India, confirmó la detención, asegurando que el organizador sería investigado y que se devolverían los pagos de las entradas a los aficionados. Según Shamim, la situación ahora estaba “bajo control”, pero la investigación continúa para esclarecer todas las irregularidades ocurridas durante el evento.
El gobierno de Bengala Occidental, encabezado por la jefa de gobierno Mamata Banerjee, también se hizo eco de la controversia. En un mensaje público, Banerjee expresó sus disculpas a Lionel Messi y a los fanáticos por el “desafortunado incidente”. La funcionaria también reconoció el mal manejo organizativo y los problemas de seguridad que llevaron a que el ídolo argentino se viera obligado a abandonar el estadio antes de lo previsto.
El episodio fue un contraste absoluto con la imagen inicial que la ciudad había querido proyectar. Previo al evento, Calcuta había erigido una estatua en honor a Messi, un gesto de reconocimiento a su legado. Sin embargo, la falta de organización y la falta de controles de seguridad empañaron un homenaje que debía ser una fiesta para los fanáticos del fútbol.
El caso también expuso una serie de fallas organizativas que generaron un sinfín de reclamos. Desde las largas demoras en el ingreso hasta la falta de servicios esenciales dentro del estadio, los asistentes expresaron su indignación en redes sociales. La comunidad india se volcó a las plataformas digitales para manifestar su frustración, mientras los medios locales cubrían el incidente como uno de los mayores fracasos organizativos en la historia reciente del fútbol en el país.
El evento que debía ser un homenaje al astro argentino, al igual que otros eventos internacionales que Messi ha protagonizado en el pasado, terminó marcado por el caos y la decepción. La experiencia desastrosa dejó una huella en los hinchas de Calcuta, quienes nunca imaginaron que su tan esperado encuentro con el “GOAT” terminaría de una forma tan amarga.
A medida que el gobierno local continúa las investigaciones, los hinchas esperan respuestas y la compensación prometida. Sin embargo, el daño ya está hecho: el nombre de Calcuta quedará asociado, por un largo tiempo, al escándalo de la visita de Messi.