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Un silencio tenso se rompió en la Ruta Nacional N° 50. No fue el ruido de un motor, sino una parada inusual lo que desencadenó la alerta inmediata. En el acceso norte a Hipólito Yrigoyen, donde la frontera es una línea porosa que divide países y negocios ilícitos, los agentes de la Policía Federal apostados bajo el Servicio Plan Güemes saben que la normalidad es siempre una fachada. Eran las 7,50 de la mañana cuando el conductor de un automóvil gris oscuro tomó una decisión fatal para su operación: frenar en seco metros antes del control vehicular de rutina. Ese instante de duda, interpretado como una maniobra desesperada de evasión, se transformó rápidamente en la punta de un ovillo que desenredó uno de los cargamentos de cocaína más cuantiosos incautados en la zona norte de Salta en el último año.
Al acercarse al rodado, los efectivos identificaron al conductor. El hombre, intentando minimizar la situación, declaró que solo transportaba hoja de coca en el baúl. Sin embargo, la persistencia de los agentes y la evidente incomodidad del sujeto llevaron a consultar a la Fiscalía interviniente. Con la venia judicial y la presencia de dos testigos, se procedió a la inspección de los bultos envueltos en lona negra.
Lo que encontraron desmanteló la coartada: dentro de los bultos no había hoja de coca, sino una cantidad importante de paquetes rectangulares, meticulosamente envueltos en cinta adhesiva amarilla. El conteo inicial, aún parcial, arrojó que cada bulto contenía aproximadamente 25 paquetes.
El secreto del doble fondo
Aunque el primer reporte mencionó 180 kilos y un doble fondo, las actuaciones posteriores y el traslado a la Terminal de Ómnibus de Orán para un conteo y pesaje más precisos, confirmaron una cifra aún mayor. El cargamento total ascendió a 200 kilos de cocaína pura, cuyo valor de mercado se estima en millones de dólares, dependiendo de su destino final. Se confirmó que el estupefaciente estaba hábilmente oculto en un doble fondo en la parte trasera del automóvil gris oscuro, una técnica frecuentemente utilizada para burlar los controles.
Por el hecho, quedaron detenidas dos personas, ambas oriundas de Orán. Fueron trasladadas para su identificación e indagatoria preliminar.
La Investigación: ¿Una Conexión Mayor?
La causa ha quedado en manos de la fiscal María del Carmen Núñez. La funcionaria judicial no solo dispuso el secuestro del vehículo y la remisión del cargamento para los peritajes de rigor (que determinarán la pureza de la droga), sino que también ordenó nuevas medidas investigativas.
El enfoque de la investigación ahora se centra en desentrañar la cadena de suministro: determinar el origen exacto del estupefaciente, que probablemente provenga de Bolivia, y el destino final que, dada la cantidad, sugiere que no era el mercado local sino que Salta era solo una provincia de paso hacia grandes centros urbanos de Argentina o incluso el exterior. El alto volumen de droga incautada implica la existencia de una organización narco criminal bien estructurada detrás de este envío.