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Trípoli fue testigo de un golpe que resonó hasta la Argentina. Mirco Cuello, con apenas 24 años y un invicto impecable, demolió al mexicano Sergio Ríos para quedarse con el título mundial interino de peso pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). La definición llegó por nocaut técnico en el segundo asalto, tras dos caídas consecutivas de su rival.
Desde el inicio, el santafesino mostró jerarquía: en el primer round mandó a la lona a Ríos con un cross de izquierda y en el segundo, una ráfaga de combinaciones selló la historia. El récord de Cuello ahora marca 16 victorias, 13 por nocaut, y la satisfacción extra de quitarle el invicto al púgil mexicano.
Con esta consagración, Cuello quedó a un paso de enfrentar al campeón absoluto Nick Bal (22-0-1/13 KO), quien el 16 de agosto defenderá su cinturón en Arabia Saudita ante Sam Goodman. Si se concreta ese duelo, el argentino podría meterse definitivamente en la élite mundial.
De Las Vegas a Libia, siempre ganador
La conquista en África no es casualidad. Cuello viene de una seguidilla de triunfos resonantes: en febrero, en Las Vegas, protagonizó una remontada épica ante el mexicano Christian Olivo, a quien noqueó en el último asalto tras haber caído en el segundo. También en 2024 superó al ugandés Sulaiman Segawa, reafirmando que su potencia es su carta de presentación.
Más gloria argentina en la cartelera
La noche libia también tuvo otra bandera albiceleste en lo más alto: el catamarqueño Josué Agüero (14-0-0, 7 KO) venció por decisión unánime al mexicano Diego Alemán y se consagró campeón Gold Superpluma AMB.
No todo fue festejo: el rionegrino Cristian Ruiz protagonizó un final polémico en su combate ante el cubano Mike Pérez. Tras un golpe ilegal después de la campana del cuarto asalto, Ruiz no pudo continuar y el duelo terminó en*No Contest**.
Con Cuello y Agüero levantando cinturones, el boxeo argentino vive un momento de proyección internacional que ilusiona con nuevas noches de gloria.