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El francés Ousmane Dembélé vivió una noche inolvidable en el teatro Chatelet de París, donde fue coronado con el Balón de Oro 2025. A los 28 años, el atacante del Paris Saint-Germain se quedó con el prestigioso galardón tras una temporada brillante que incluyó la conquista de la Champions League, la Ligue 1 y la Copa de Francia.
“Siempre he trabajado en equipo, el Balón de Oro nunca ha sido un objetivo, pero ahora que lo tengo es algo excepcional”, declaró emocionado en el estrado. “He trabajado duro para el equipo, para poder ganar esta primera Champions, la Liga y la Copa. Culminarlo con un trofeo individual es muy especial. Estoy muy feliz. Estoy convencido de que los trofeos colectivos han conducido a este”.
Dembélé agradeció a sus compañeros, al presidente Nasser Al-Khelaifi y al entrenador Luis Enrique, a quienes consideró “como padres” en su carrera. También recordó a los clubes en los que militó, con una mención especial al Barcelona, donde aseguró que cumplió un sueño: “He pasado siete años allí y he aprendido mucho junto a jugadores como Iniesta o Messi. Todo ese aprendizaje me conduce hasta aquí”.
El delantero dedicó palabras de gratitud a la selección francesa y a su técnico, Didier Deschamps, quien lo respaldó incluso en los momentos más complicados. Prometió que dará todo de sí “para ganar el Mundial en su último año”.
Sin embargo, el instante más emotivo de la gala llegó cuando evocó sus raíces en Évreux, su ciudad natal, y a su madre, Fatima, quien lo crió sola junto a sus cuatro hermanos menores. Las lágrimas brotaron en el rostro del crack francés cuando aseguró: “Siempre está ahí para mí”.
Fatima subió al escenario para acompañar a su hijo en la celebración, recibiendo una ovación del público que ya coreaba el nombre de Dembélé, minutos después de que Ronaldinho anunciara su triunfo por delante del joven español Lamine Yamal.
Con este Balón de Oro, Ousmane Dembélé se consagra como uno de los futbolistas más destacados de la actualidad y escribe un capítulo que parecía improbable años atrás, cuando las lesiones y la irregularidad pusieron en duda su potencial. Hoy, su madurez y sus títulos lo colocan en la cima del fútbol mundial.