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La Municipalidad de Salta, llevará a cabo el ciclo Verano en la Casona, que se extenderá durante la mencionada temporada, con diversas actividades en diferentes puntos de la capital salteña. Hoy está previsto el show de Carlitos Melián y la Payasa Caramelito, en la Casona de Castañares (avenida Houssay s/n), a partir de las 18, con entrada libre y gratuita.
Una propuesta del coordinador de la Agencia de Cultura de la Secretaria de Turismo, Deportes y Cultura de la Municipalidad, Gonzalo Corral "El objetivo de la actividad es visibilizar y compartir con los niños y las familias durante la temporada de verano, que puedan disfrutar de diversos entretenimientos, con artistas de nuestra provincia que exhiben enorme talento. Lógicamente, ya iremos sumando proyectos y objetivos para lo largo del 2026", señaló.
Para hoy está prevista la actuación de Melián, quien llegará a Castañares para brindar un espectáculo familiar, con entrada libre y gratuita.
Carlitos Melián, payaso, titiritero, marionetista, animador de fiestas infantiles, ha hecho de su nombre una marca. Es un profesional en el mercado de las fiestas infantiles. A pesar de que los años no parecen muchos, a él, el oficio de darles vida a los muñecos le ha consumido el 85% de la existencia.
"Mis comienzos en el campo de los espectáculos infantiles fueron al lado de mi viejo. Yo nací en medio de los muñecos. Mi papá era el Payaso Batuke. Cuando yo tenía un año ya quería manejar un títere... y lo hice. Conviví con ese mundo desde niño. Los muñecos, los títeres y las marionetas fueron mis juguetes. Siempre colaboré con mi viejo, lo acompañaba en sus shows... Y en determinado momento me largué solo. Tenía 12 años. Fue por iniciativa de un amigo, compañero en la escuela Jacoba Saravia. Necesitábamos recaudar plata para hacer un viaje de fin de curso. Con visión comercial, este amigo me propuso que le pidiéramos material a mi papá para hacer un show. Nos lo prestó y ahí me presenté con el nombre artístico de Batukito. Nos fue muy bien y pudimos viajar. Esa presentación fue una copia en pequeña escala de lo que hacía mi viejo".
Con 12 años, Melián ya había sacado sus propias conclusiones: la clave de un buen espectáculo infantil estaba en conjugar juegos, entretenimiento, música y -su toque particular- títeres y marionetas. Sobre esos cimientos edificó una propuesta artística que hoy funciona con los engranajes de un reloj.
"Yo estoy pensando e imaginando hasta cuando duermo. Hasta en sueños hilvano ideas. Hay personajes que invento yo y a otros los consensuamos con mis ayudantes. Ellos le ponen su cuota de creatividad".
"Es mágico para mí ver que los chicos ya los conocen. La televisión y el cine marcan tendencia, definen lo que está de moda. A eso me apegué al principio para hacer mis personajes. Comercialmente era provechoso. Pero a la par, siempre creamos nuestros propios muñecos, aunque tuvieran un papel menor. Competir con Mickey Mouse parece casi imposible y, sin embargo, uno, al final, entra en esa carrera casi sin darte cuenta".
Entre las creaciones a las que Melián les ha dado vida están Cochinón, "un chancho sinvergüenzaenza pero... ojo!, no mal educado", y el Mono Tití, "un tipo pícaro que dice palabras deformadas y, sin embargo, los pibes le entienden".
El metanense que se mudó con su familia a la capital salteña al año de vida, y que dio sus primeros pasos como payaso y animador en barrio Castañares, vive hoy en una casa grande y superpoblada de muñecos estáticos que observan pasar el tiempo desde los rincones. Dice que ya perdió la cuenta, pero calcula que debe tener alrededor de 500. Algunos tienen más de 40 años de quietud. Pero Carlitos Melián no "jubila" a nadie.