inicia sesión o regístrate.
Tras más de una década sin visitar Salta, Ligia Piro regresa con un concierto que promete emoción, nostalgia y mucho disfrute. La cita será el viernes 12 de julio en la Casa de la Cultura, en una noche donde confluirán la música argentina, el folklore, el rock nacional y un repertorio que invita a cantar.
En su encuentro con El Tribuno, Ligia habla de su emoción por reencontrarse con el público salteño, de su mirada sobre la música y del espectáculo que viene girando por el país.
¿Cómo te sentís con este regreso a Salta?
- Con mucha expectativa y muy feliz. Hace muchísimo que no voy, la última vez fue cuando mi hijo tenía dos años… ¡y ahora tiene catorce! Me encanta viajar por el país y llevar mi música. Es una alegría volver a una provincia tan hermosa y con tanto amor por lo artístico.
¿Cómo es el espectáculo que vas a presentar?
- Es una mezcla de propuestas que vengo haciendo en Buenos Aires. Por un lado, canciones de Las flores buenas, que es un disco de música argentina y latinoamericana, con bastante folklore. Y por otro, temas del show de rock nacional que también vengo haciendo. Me pareció lindo unir ambas cosas, para mostrar lo que estoy haciendo hoy. Creo que va a ser una noche para compartir y disfrutar con el público.
¿Qué músicos te acompañan en esta ocasión?
- El trío está formado por Fefe Boti, que es bajista, arreglador y mi director musical desde hace mucho tiempo; Nahuel Bailo en piano; y en batería y percusión estará Martín Misa, un músico increíble que vive en Salta. Es muy emocionante poder tocar con él allá.
¿Vas a poder pasear un poco por la ciudad?
- Me encantaría, pero es difícil. Entre los ensayos, la prueba de sonido y las notas, queda poco tiempo libre. Además, al día siguiente ya seguimos viaje. Siempre me pasa lo mismo: tengo amigos en Salta que no puedo ver… ¡espero que me vayan a ver al teatro!
¿Qué sigue después de esta presentación?
- Venimos de Tucumán y después de Salta me voy unos días a Córdoba a ver a mi papá, que vive en La Falda. Más adelante sigo con shows en La Plata y Buenos Aires, y estamos armando una gira al sur del país. Este año está muy movido, lo cual agradezco mucho.
¿Qué sentís al subirte a un escenario?
- Es un ritual. Me gusta llegar con tiempo, hacer una buena prueba de sonido, concentrarme. El show es un encuentro íntimo con la gente. Yo canto canciones para recordar y para no olvidar. Me gusta interpretar repertorios que tienen historia, identidad, emoción. Y cuando el público canta conmigo, se vuelve un momento único.
¿Y qué esperás de la noche del 12?
- Espero que canten, que disfruten y que se emocionen. Es un espectáculo pensado con mucho amor, con canciones que nos atraviesan a todos. Y hay una que siempre canto y que esta vez va a ser muy especial: La zamba de Juan Panadero, que cantaba mi abuela. Me emociona cantarla en Salta, seguro va a ser un momento mágico.