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Quién es Donald Trump y el nuevo rol de sus hijos en esta nueva lucha por la Presidencia de EEUU

Con 78 años, y después de haber superado varios cargos judiciales, y hasta un atentado, se postula por tercera vez a la presidencia de los Estados Unidos. 
Sabado, 02 de noviembre de 2024 19:37
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En Donald Trump, una de las figuras más decisivas en la historia de Estados Unidos, la impronta de una época no la pone su condición de magnate de los negocios, ni su espectacular victoria presidencial de 2016 como candidato republicano sobre Hillary Clinton, ni siquiera los hechos registrados en sus cuatro años de mandato, pródigo en polémicas y golpes de efecto. Su marca definitoria, la actuación que retrata al personaje e ilustra un panorama nacional, la componen su negativa a aceptar su derrota en la apuesta reeleccionista de noviembre de 2020, su denuncia, espuria, de que le robaron aquellas votaciones y la incitación a sus partidarios para que tomaran el Capitolio por la fuerza y frustraran el traspaso de poderes en la Casa Blanca en enero de 2021, con el resultado de seis muertos. Algo que puede ser visto o no como una tentativa de golpe de Estado.

Un cuatrienio después, Trump, a los 78 años, se halla en una situación que pocos, acaso tampoco él, habrían imaginado cuando aquellos traumáticos acontecimientos: no solo indemne pese a la maraña de procesos y condenas judiciales de los que en la práctica se va zafando, sino además con su capital político plenamente restablecido y con fuerza suficiente para afrontar las elecciones del 5 de noviembre de 2024 con opciones nítidas de victoria.

Impulsivo, errático e imprevisible, tachado de peligro para la democracia por sus detractores y ensalzado como el más grande patriota por sus seguidores, el político-empresario hostil a la globalización gusta de presentarse a sí mismo como un luchador y un resistente víctima de las trapacerías de los liberales, la izquierda y el "Estado profundo", al tiempo que agita el espectro del "caos" si el veredicto de las urnas no le satisface.

El aspirante a suceder a Joe Biden, el presidente demócrata que le derrotó en 2020, y adversario de la candidata oficialista Kamala Harris, la vicepresidenta saliente con la que está empatado en los sondeos, se postula por tercera vez al cargo acaudillando su potente movimiento de derecha nacional-populista. El trumpismo contraataca más radicalizado si cabe, exprimiendo el lenguaje acerbo y la desinformación, previniendo con ecos autoritarios contra el "enemigo de dentro" (a neutralizar, insinúa, con el Ejército) y urgiendo a que se le vote para "salvar" al país de las "amenazas a su supervivencia". Tales han sido las consecuencias, denuncia Trump, del "desastroso" Gobierno del Partido Demócrata en todos los aspectos. El valedor de las consignas America First y Make America Great Again (MAGA), objeto de dos intentos de asesinato en julio y septiembre, tiene la confianza, reflejan las encuestas, de casi la mitad de sus seguidores.

El uso de las comunicaciones

Uno de los rasgos más característicos del trumpismo es su poderosa maquinaria de comunicación, hiperactiva en las redes sociales, las webs y los foros de Internet, pero también en varios medios periodísticos afines o simpatizantes. El movimiento trumpista y su entorno llevan años vertiendo alegatos antisistema, teorías de la conspiración (QAnon, Gran Reemplazo, pucherazo electoral), declaraciones engañosas y bulos palmarios, muchas veces con carga xenófoba o racista. 

 

 

El catastrofismo y las promesas salvíficas recorren el programa electoral para 2024 de Trump, quien carga contra Kamala Harris poniéndola de "reina de los impuestos", "comunista" y "lunática radical de izquierda". En cuanto a Biden, no es sino "el peor presidente de la historia". En su primer mensaje en Twitter/X, lanzado el 12 de agosto tras tres años de ausencia por veto, el candidato no pudo ser más explícito: "¿Estás mejor ahora que cuando yo era presidente? Nuestra economía está destrozada. Nuestras fronteras han desaparecido. Somos una nación en decadencia ¡Hagamos que el sueño americano sea ASEQUIBLE de nuevo! ¡Hagamos que Estados Unidos sea SEGURO de nuevo! ¡Hagamos que Estados Unidos sea GRANDE de nuevo!", proclamó.

El rol de sus hijos

Es probable que la familia de Donald Trump no se mantenga al margen de una segunda Administración si el republicano accede de nuevo a la Casa Blanca. Eso sí, los actores implicados prometen ser distintos con respecto a los primeros cuatro años de gobierno, entre 2017 y 2021.

Es evidente, para empezar, el ascenso del hijo mayor del magnate, Donald Trump Junior. A sus 46 años es considerado como el sucesor natural de su padre, el más fiel a su estilo y a su discurso extremista, implicado desde la primera campaña presidencial y artífice, en parte, del binomio que ahora forma JD Vance con su padre como fórmula para el asalto a la Casa Blanca. 

En ese grupo con poder de influencia también podría estar su prometida, Kimberly Guilfoyle, presentadora de noticias, ex fiscal en San Francisco y ex mujer del actual gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom; además de Eric Trump, de 40 años, y su mujer, Lara Trump, copresidenta del Comité Republicano Nacional.

Otro asunto muy distinto será el de Ivanka Trump, su hija de 42 años, una mujer que, junto a su marido, Jared Kushner, ocupó cargos oficiales en el gobierno anterior -entre acusaciones de nepotismo y conflictos de interés- y que ha ido perdiendo protagonismo con el tiempo. Apenas ha participado en campaña y ni ella ni Kushner intervinieron durante la Convención Republicana.

 

 

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