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La Asamblea General de la ONU inauguró ayer una conferencia de alto nivel para reimpulsar la histórica solución de dos Estados y promover el reconocimiento de Palestina como nación soberana. Copresidida por los cancilleres de Francia y Arabia Saudita, la reunión busca sentar una hoja de ruta concreta hacia la paz entre israelíes y palestinos, en medio de la devastadora guerra en Gaza y crecientes tensiones regionales.
Israel y EEUU decidieron boicotear la cita, por considerarla "contraproducente" para el cese del conflicto. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu criticó especialmente el anuncio del presidente francés Emmanuel Macron, quien prevé reconocer oficialmente a Palestina en septiembre.
Durante la apertura del encuentro, el secretario general de la ONU, António Guterres, lamentó que la solución esté "más lejos que nunca" y llamó a redoblar esfuerzos ante la destrucción de Gaza y la expansión de asentamientos israelíes en Cisjordania, que debilitan la posibilidad de establecer un Estado palestino contiguo y viable.
El primer ministro palestino, Mohammed Mustafa, instó a los países que aún no lo hicieron a reconocer "sin demora" al Estado de Palestina. "La paz comienza reconociendo nuestra existencia y protegiéndola de la destrucción", sostuvo y celebró el anuncio de Macron.
Por su parte, Ahmed Majdalani, dirigente de la OLP y colaborador del presidente Mahmud Abbas, afirmó que los palestinos buscan iniciar un proceso político internacional serio. Denunció que el actual statu quo equivale a un "régimen de apartheid" y que Israel ha saboteado las iniciativas de paz mediante la expansión de colonias y amenazas de anexión.
La reunión en la ONU también servirá como antesala a una cumbre presidencial prevista para septiembre y apunta a movilizar apoyo financiero para la reconstrucción de Gaza y el sostenimiento de la Autoridad Palestina. Actualmente, más de 145 países reconocen a Palestina, pero el objetivo es ampliar ese respaldo y transformarlo en acciones concretas.
En contraste, el gobierno de Netanyahu rechaza tanto la solución de dos Estados como la posibilidad de un Estado único con igualdad de derechos, por considerar que esto último pondría en riesgo la mayoría judía. Su estrategia actual es mantener el control total de los territorios y una autonomía limitada para la Autoridad Palestina, sin perspectiva de soberanía plena.
Apoyo del Vaticano
En este escenario, el Vaticano volvió a expresar su apoyo al reconocimiento del Estado palestino. El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, celebró la decisión de Francia y recordó que la Santa Sede ya había tomado ese camino hace una década. "Esta es la solución: dos Estados que convivan con autonomía, cooperación y seguridad", declaró.
Mientras tanto, Gaza continúa bajo bloqueo, con una crisis humanitaria que obliga a lanzar alimentos desde el aire. La urgencia humanitaria se cruza, una vez más, con la necesidad de una solución política.