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Marcelo Cruz, un joven camposanteño de 34 años, el pasado viernes 4 de junio, obtuvo el título de Ingeniero Agrónomo en la Universidad Nacional de Salta, al defender exitosamente su tesis, logrando alcanzar un sueño que tardó más de 10 años en llegar. Pero la alegría por ese trascendental acontecimiento en su vida, se vio empañada por la noticia del fallecimiento de Federico Córdoba, uno de los creadores de Las Voces de Orán.
Marcelo Cuz, en el 2022, tuvo la oportunidad de ingresar como violinista al afamado grupo folclórico oranense, compartiendo los más importantes escenarios del país junto a Federico Córdoba, al Mocho Flores y Nicolás Verón. A pesar de lo mucho que le costaba poder estudiar debido a los constantes viajes, nunca pensó en dejar los estudios; además del violín, lo acompañaban en cada salida sus libros y apuntes, a los cuales recurría en cada momento libre. "Me costó recibirme, por eso el alcanzar mi título fue para mí y mi familia, un gran acontecimiento. Recibí la triste noticia del fallecimiento del Fede en mi celular, minutos antes de entrar a rendir, por suerte pude aprobar, pero me sentía raro, no sabía si festejar o dejar fluir mis lágrimas. Creo que hice las dos cosas: por un lado, una enorme alegría, por otro una gran tristeza" dijo Marcelo durante el festejo que sus padres le habían preparado para recibirlo en Campo Santo.
Comenzó a estudiar violín a los 10 años, lo hizo en la Escuela de Música de la provincia, lugar al cuál debía viajar tres veces a la semana en horas de la tarde. "Como papá, me sacrifiqué para que estudiara música, porque lo veía muy entusiasmado. Pocos años después ya estuvo formando parte de conjuntos folclóricos locales, subía a los escenarios y se desenvolvía muy bien, pero siempre soñó con ser ingeniero agrónomo. Entonces se puso a estudiar sin dejar la música" comentó Oscar Cruz, quién es propietario de un taller de soldaduras.
En el camino, apareció su esposa con la que tuvo dos hijos, los esfuerzos se tuvieron que duplicar, buscó trabajo realizando varias tareas, entre ellas la de ayudar a su padre en el taller. Cuando ingresó a Las Voces de Orán, tuvo una cierta tranquilidad económica, pero se complicó en los estudios. "Nunca pensé en abandonar, en ese sentido tuve el gran apoyo de mis padres y mi señora, fueron 10 años de lucha y al fin ese sueño se hizo realidad, lo único que lamento, es que ese mismo día se haya ido una gran persona como lo fue Federico Córdoba" expresó el flamante ingeniero agrónomo.
"Las Voces no deben desaparecer"
Con el título entre sus manos, queda una gran decisión por tomar: qué camino seguir, aquel que soñó cuando terminó la escuela secundaria, o aquel que consiguió al ingresar a la Voces de Orán. "Por ahora voy a hacer las dos cosas, después el destino dirá" manifestó Marcelo, quién no pudo viajar a Orán para despedir los restos de Federico, lo hará el próximo fin de semana. "Sé que a pesar del dolor, existen compromisos que se van a cumplir, hay presentaciones que vamos a realizar, es el mejor homenaje para un gran líder que se nos fue" finalizó manifestando el músico camposantño.
La enfermedad de Córdoba, llevaba tiempo manifestándose en su cuerpo, en varias ocasiones su voz tuvo que ser reemplazada por la de su hijo Ricardo, quién tiene un mismo registro de voz, y tendrá la responsabilidad de ocupar su lugar a partir de la próxima presentación. "Las Voces de Orán no deben desaparecer" fue uno de los mandatos de Federico hacia sus compañeros, consciente que la vida estaba bebiendo a su lado, el último vaso de vino.