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Una nueva polémica salpica el escenario político en la recta final hacia las elecciones legislativas. El abogado penalista Leonardo Sigal presentó una denuncia penal contra los comunicadores Diego Brancatelli y Pedro Rosemblat, a quienes acusa de haber incitado al voto nulo con mensajes irónicos sobre la boleta de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires.
La presentación judicial se radicó ante el Juzgado Federal de La Plata, y apunta a que los dichos de ambos comunicadores podrían haber inducido al error al electorado libertario, violando el Código Electoral Nacional, que establece penas de hasta tres años de prisión a quienes "induzcan a otro a votar de determinada forma o abstenerse de hacerlo".
Los dichos que desataron la denuncia
La controversia comenzó cuando Brancatelli, desde su programa televisivo, y Rosemblat, en su canal de streaming, ironizaron sobre la confusión generada por la impresión de la boleta de LLA. En ella aún figura el nombre de José Luis Espert, aunque la Justicia Electoral resolvió que el primer candidato será finalmente Diego Santilli.
“Si son libertarios, tachen el nombre de Espert y escriban Santilli”, lanzó Brancatelli en tono de broma, mientras que Rosemblat agregó que los votantes podían “gritar Santilli en el cuarto oscuro”. Sin embargo, las frases -que circularon ampliamente en redes sociales- fueron interpretadas por algunos sectores como una incitación directa a anular el voto, ya que cualquier inscripción o tachadura en la boleta la invalida automáticamente.
La acusación y la advertencia legal
En la denuncia, Sigal sostuvo que los comunicadores “utilizaron su alcance mediático para distorsionar la voluntad del electorado”, y pidió a la Justicia que investigue si hubo intención deliberada de perjudicar a un espacio político en plena campaña.
“El artículo 133 del Código Electoral es claro: quien induce o coacciona el voto comete un delito. Esperemos que la Justicia actúe y defendamos la democracia”, expresó el abogado en declaraciones a medios platenses.
Además, recordó que “la libertad de expresión no ampara conductas que puedan alterar el ejercicio del sufragio”, y pidió que los responsables “sean llamados a indagatoria”.
El trasfondo político y mediático
El caso genera ruido no solo por el tono humorístico de las expresiones, sino también por el contexto de alta tensión política. Tanto Brancatelli como Rosemblat son figuras identificadas con el oficialismo y críticos frecuentes del espacio libertario que encabeza Javier Milei.
Desde el entorno de La Libertad Avanza, dirigentes locales compartieron los clips en redes sociales denunciando una “campaña sucia disfrazada de chiste”. En tanto, los seguidores de ambos comunicadores defendieron el contenido como una sátira política dentro de los límites de la libertad de expresión.
Mientras tanto, la Justicia Federal de La Plata deberá determinar si el humor político se transformó en una maniobra que afectó el derecho al voto o si la denuncia no pasa de ser un nuevo capítulo en la intensa batalla mediática previa a las urnas.