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La caída masiva de Amazon Web Services (AWS) dejó fuera de servicio a cientos de plataformas en Argentina y afectó de lleno al sistema financiero digital. Mientras las billeteras virtuales como Ualá y Naranja X salieron rápidamente a explicar el motivo de la interrupción, los bancos tradicionales optaron por el silencio. El apagón, que paralizó por horas las operaciones en todo el país, expuso las diferencias en la comunicación y respuesta entre las fintech y las entidades bancarias frente a una crisis tecnológica.
Billeteras virtuales: explicaciones y quejas
Entre las primeras en reaccionar estuvieron Naranja X y Ualá, que atribuyeron los problemas a “servidores externos” caídos. En sus perfiles de X (antes Twitter), ambas compañías aclararon que la falla no era interna y pidieron paciencia a sus usuarios.
Desde Naranja X, ante la consulta de un cliente, señalaron: “En este momento una caída en servidores externos está afectando algunas funcionalidades de nuestra app. Estamos trabajando para resolverlo, por favor si necesitás hacer alguna gestión intentá más tarde”.
Por su parte, Ualá emitió mensajes similares: “Lamentablemente, algunos de nuestros servicios se están viendo afectados por un inconveniente ajeno a Ualá. El mismo está generando inestabilidad en el funcionamiento de la app y de tu cuenta. Esperamos que se solucione pronto”.
Con el correr de las horas, los reclamos se multiplicaron. Usuarios denunciaban no poder acceder a sus saldos o realizar transferencias. Desde Ualá insistieron: “Al tratarse de un error ajeno a Ualá, no podemos determinar un tiempo estimado de solución”.
El contraste lo marcó Mercado Pago, que pese a ser la billetera con más usuarios en el país y una de las más afectadas por la caída de AWS, no emitió ningún comunicado oficial en sus redes sociales. El silencio generó una oleada de críticas, memes y quejas, con usuarios que acudieron a X para confirmar que no eran los únicos con inconvenientes.
Los bancos tradicionales: sin comunicación oficial
Mientras las fintech intentaban explicar lo ocurrido, los bancos tradicionales se mantuvieron en silencio. Santander, BBVA y Galicia, tres de las principales entidades del país, no publicaron ningún comunicado general sobre la caída de AWS, pese a que sus servicios digitales también registraron fallas.
Un repaso por sus redes sociales mostró un comportamiento similar:
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Santander Argentina mantuvo activa su cuenta de X respondiendo consultas individuales, pero su publicación principal del día fue una promoción de la preventa de entradas para un recital de Pablo Alborán.
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BBVA Argentina respondió mensajes privados de usuarios que reportaban “pantallas en blanco” en la app, pero no hizo mención alguna al colapso general.
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Banco Galicia, al igual que sus competidores, no emitió ningún comunicado oficial. Su cuenta solo respondió quejas puntuales sin referirse al fallo de los servidores.
La falta de información generó indignación entre los usuarios, que se quejaron de no tener claridad sobre lo que ocurría con sus cuentas y transferencias.
La caída global de Amazon Web Services
La interrupción global que afectó a billeteras virtuales y bancos tuvo su origen en una caída masiva de Amazon Web Services (AWS), la plataforma de servicios en la nube de Amazon que da soporte a miles de aplicaciones y sitios web en todo el mundo. El fallo, ocurrido en la región US-EAST-1, uno de los principales centros de datos de la compañía, provocó la caída de servicios digitales como Snapchat, Fortnite, Reddit y múltiples plataformas financieras, entre ellas las que operan en Argentina. Según informó la empresa, el inconveniente se debió a un error interno en los sistemas de monitoreo y balanceo de tráfico, descartando que se tratara de un ataque externo.
Aunque Amazon aseguró que la mayoría de los servicios fueron “completamente mitigados” hacia media mañana en Estados Unidos, la normalización fue lenta y muchos usuarios continuaron reportando fallas durante varias horas. El episodio volvió a poner en evidencia la alta dependencia global de la infraestructura de AWS, que concentra una parte esencial del tráfico y las operaciones en la nube. Especialistas advirtieron que esta centralización convierte a la plataforma en un punto crítico del ecosistema digital, capaz de paralizar simultáneamente aplicaciones financieras, redes sociales y servicios esenciales cuando se produce una falla de gran escala.