inicia sesión o regístrate.
El Banco Central (BCRA) abrió ayer cuatro sumarios administrativos por un presunto fraude millonario en la compra de dólares durante la gestión de Alberto Fernández. Las investigaciones están centradas en agencias de cambio que sumaron ventas por US$1.191 millones. Además, se hallaron transferencias bajo el concepto de mutuos (préstamos) a personas cuyo perfil de actividad económica no coincide con los montos que recibieron.
Entre 2022 y 2023, la falta de divisas complicó la provisión de insumos médicos, frenó las importaciones y tensionó la economía. Sin embargo, una operatoria se habría beneficiado del cepo cambiario: la compra de dólares al tipo de cambio oficial para luego volcarlo al mercado informal, donde su valor era más alto. La brecha cambiaria permitió llevar a cabo un negocio rentable. Se trata de una maniobra conocida en la jerga financiera como el "rulo".
Sumarios abiertos
El BCRA está investigando esta operación a gran escala y la sospecha principal es que esas divisas se adquirieron al tipo de cambio oficial y se canalizaron al mercado informal a través de una red de intermediarios. Los sumarios abiertos están enfocados en los movimientos de diversas agencias de cambio que habrían facilitado esta operación.
La investigación comenzó en el propio BCRA y luego sumó la participación de la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac). Según documentos judiciales, la UIF alertó que "por el modo en que se canalizaron las sumas involucradas, se ponía en crisis su origen y licitud". La jueza María Servini está a cargo de las actuaciones judiciales.
Una estructura organizada
Los sumarios señalan que la operación requería una estructura organizada con tres componentes clave: acceso a dólares físicos, la participación de las casas de cambio, y una red de compradores finales. Entre estos compradores, se identificaron personas físicas de bajos ingresos, lo que refuerza la hipótesis de que se usaron prestanombres.
Uno de los casos más llamativos es el de un hombre de 31 años, beneficiario de la Asignación Universal por Hijo (AUH), que figura como receptor de un préstamo de US$150.000. Su domicilio fiscal está en una calle de tierra en Gregorio de Laferrere, lo que genera dudas sobre la licitud de la operación. Además, se detectaron domicilios fiscales compartidos por receptores de transferencias millonarias, lo que sugiere el uso de prestanombres. Este patrón refuerza la idea de que la operatoria fue organizada sistemáticamente para eludir los controles.
La investigación busca determinar la magnitud del fraude y la responsabilidad de las agencias de cambio involucradas. Si se confirma el fraude, este caso podría tener implicancias importantes sobre la regulación del mercado cambiario y la transparencia financiera en Argentina.
Varias casas de cambio, en la mira
Las actuaciones que lleva delante el BCRA apuntan principalmente contra las casas de cambio Mega Latina, Gallo Cambios, Arg Exchange y Concordia Inversiones. En conjunto, se investigan ventas de divisas por más de US$1.100 millones entre 2022 y 2023.
En el caso de Mega Latina, el BCRA analizó operaciones por US$466 millones, de los cuales US$327 millones habrían sido adquiridos al Banco de Servicios y Transacciones (BST). A su vez, Gallo Cambios concentró cerca del 70% de las compras realizadas por esa firma.
Uno de los puntos más sensibles señalados por el Central fue la entrega de dólares en efectivo, lo que provocó la pérdida de trazabilidad bancaria.
La tercera fase de la investigación se centra en el destino final de las divisas. En ese punto aparece Concordia Inversiones, cuyo sumario describe transferencias en dólares a 53 personas físicas entre febrero y abril de 2023, por un total de US$9,8 millones.
Los fondos fueron justificados mediante contratos de mutuo, es decir, préstamos en dólares. Sin embargo, el BCRA subrayó que otorgar préstamos no está permitido para las casas de cambio, y agregó un dato relevante: los montos transferidos eran retirados en efectivo de manera inmediata. Según el organismo, esa operatoria habría permitido a la exagencia adquirir dólares al precio oficial y volcarlos a terceros fuera del marco regulatorio.
En los momentos más críticos
Los sumarios no imputan responsabilidades a los bancos, sino que se concentran en las agencias de cambio, muchas de las cuales perdieron su autorización para operar. Para el BCRA, el conjunto de indicios permite presumir la existencia de un mecanismo sistemático que aprovechó el desfasaje cambiario en uno de los momentos más críticos de la escasez de dólares.
La causa sigue abierta y podría escalar en el plano judicial, mientras se analiza si las maniobras configuraron delitos cambiarios, lavado de activos o fraude al régimen regulatorio.