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La legisladora porteña Graciela Ocaña calificó de "verdadera vergüenza" la reciente absolución de altos funcionarios y dirigentes de la AFA en la causa de corrupción conocida como Fútbol para Todos, un programa que, según la denunciante, constituyó una "defraudación de fondos públicos" multimillonaria.
La decisión judicial se vio habilitada por la desestimación de la acusación fiscal, la cual fue anulada por los jueces por considerar que incurría en una "condena selectiva" y por falta de "congruencia legal". Los exjefes de Gabinete Jorge Capitanich, Aníbal Fernández, el ex titular del COMFER Gabriel Mariotto, una decena de dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y de futbolistas argentinos agremiados fueron absueltos en el juicio oral por los fondos enviados por el gobierno kirchnerista al programa Fútbol para Todos, que sirvió para que el Estado se hiciera cargo de la televisación de los torneos.
"Se va a apelar"
Ocaña insistió en que la evidencia de la malversación está presente y criticó tanto la sentencia como el accionar de la fiscalía. "Yo creo que esto se va a apelar, seguramente lo va a apelar el propio fiscal, la procuración," sostuvo la legisladora en una entrevista por Radio Rivadavia.
En este sentido, la ex ministra de Salud durante el mandato de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció su propia acción: "Nosotros vamos a pedir intervenir en la causa porque esto es una verdadera vergüenza".
"Las pruebas están..."
"Primero porque no se puede condenar selectivamente cuando las pruebas están eh los y los elementos están para llevar adelante una condena. Y en segundo lugar, queremos saber cuál es la argumentación del tribunal que se va a conocer ahora en marzo", agregó.
La legisladora reiteró la base de la denuncia sobre el programa, el cual se justificaba en la liberación de los derechos de televisación –la idea de que los goles estaban "secuestrados" en la disputa con el Grupo Clarín– y en el supuesto saneamiento de los clubes de fútbol. Según el relato de Ocaña, el Estado pagó a la AFA "una suma muy superior a la que estaba recibiendo" previamente. Sin embargo, en lugar de llegar íntegramente a las instituciones, ese dinero terminó siendo "malversado en la AFA".
Mecanismo de desvío de fondos
El mecanismo del desvío se concretaba a través de financieras y cooperativas, como la desaparecida Sur Finanzas o la preferida por Julio Grondona, que actuaban como intermediarias. "Los clubes no recibían el 100% del dinero que el Estado pagaba, sino que a través de estas financieras perdían entre el 30 y el 50%" en concepto de comisión por descuentos de cheques que la AFA emitía a largo plazo. Ocaña enfatizó el resultado de este esquema: "Un negocio redondo para dirigentes, pero un mal negocio para todos los argentinos y también para los clubes de fútbol."
Además del dinero que se desvió, Ocaña recordó que el programa generó un enorme costo fiscal para el país, que cubrió un déficit de 7.560 millones de pesos.