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Con una baja participación que en la que la provincia llegó solo al 52 por ciento, en Rosario obtuvo un triunfo el candidato peronista Juan Monteverde, con el 30 por ciento de los votos, seguido de cerca por el postulante de La Libertad Avanza Juan Pedro Aleart, que sumó un 28 por ciento. La sorpresa del comicio fue la buena performance que obtuvo la candidata oficialista Carolina Labayrú, que llegó al 25 por ciento.
De esa manera, la elección de Rosario mostró que el escenario político en la ciudad quedó dividido en tercios y amenaza convertirse en una puja muy reñida de cara a la intendencia de la ciudad más importante de la provincia.
En la capital provincial, la ciudad de Santa Fe, la victoria fue de la candidata oficialista de Unidos María del Carmen Luengo, que sumó 32 por ciento y le sacó 7 puntos al peronista Pedro Medei. La Libertad Avanza, Ana Cantiani, quedó en tercer lugar con el 23 por ciento de los sufragios.
Luego de las 19, el gobernador Maximiliano Pullaro festejó el triunfo a nivel general en toda la provincia de Unidos para Cambiar Santa Fe. “En la mayoría de las ciudades y los pueblos de Santa Fe la gente nos respaldó. Y en Rosario, quiero destacar, protagonizamos una remontada impresionante”, aseguró Pullaro.
Además, advirtió que “la baja participación en la elección debe interpelarnos a todos los sectores políticos”. “Ganamos en el 80 por ciento de los pueblos y ciudades de la provincia y esto es por el trabajo incansable de todos”, advirtió el gobernador.
Pullaro recordó que este resultado se inscribe en un proceso político iniciado hace un año y medio: “Hay un equipo de trabajo que entendió que había un camino común para cambiar la provincia”. En ese sentido, valoró el respaldo sostenido de la ciudadanía en las distintas instancias electorales: “Nos acompañaron hace dos años, el 13 de abril, y ahora también”. “Fueron 18 meses duros, tristes, difíciles y alegres. Este espaldarazo es la ratificación de este frente político”, remarcó Pullaro.
Rosario absorbió la mayor atención política en esta elección, ya que en ese distrito, que es el de mayor relevancia en la provincia, se dio una puja pareja entre los tres principales candidatos del peronismo, de LLA y de Unidos para Cambiar Santa Fe.
Las encuestas
En la previa los principales encuestadores analizaron que se iba a dar una posible polarización en este comicio entre el PJ y los libertarios, luego de que en la PASO, la candidata oficialista sólo había sumado el 12 por ciento de los sufragios. Lo que preocupa en Rosario es el escaso nivel de participación, que alcanzó al 48 por ciento de los votos, un porcentaje menor al promedio provincial que fue del 52 por ciento.
El gobernador Pullaro y el intendente Pablo Javkin se pusieron la campaña al hombro y lograron remontar lo que para algunos era imposible. Esto provocó que el voto no peronista se dividiera en dos y no lo acumulara La Libertad Avanza. El repunte de Labayru perjudicó a Aleart, que debutaba en este comicio tras abandonar la televisión y el periodismo. Este hombre de los medios tenía un alto nivel de conocimiento y eso fue lo que usaron los libertarios para hacer su debut electoral con sello propio en Rosario.
El resultado dejó un trago amargo a LLA, que en Rosario había tenido el apoyo directo de Karina Milei, a través de la diputada nacional Romina Diez, que festejó antes de tiempo.
La victoria de Monteverde le da al peronismo un cambio de ánimo en una provincia, donde enfrenta dificultades para lograr una unidad, frente al poderío de Pullaro. El candidato de Más para Santa Fe no es un nacido y criado en el PJ, sino que pertenece al espacio político que fundó, que se llama Ciudad Futura, un partido que tiene sus orígenes en la centroizquierda universitaria, decidió acordar con un sector conservador del PJ, que lidera el senador Armando Traferri, imputado por asociación ilícita.
Eso sobrecargó de críticas a Monteverde, por su pasado militante, alejado de esos sectores del PJ. Pero la alianza, que incluyó también otros espacios, le dio buen resultado en este capítulo. En la elección de 2023, Monteverde peleó con Javkin la intendencia y perdió por menos del 2 por ciento. Ahora el peronismo buscará después de esta victoria alcanzar lo imposible, como es gobernar una ciudad como Rosario, que le da le espalda al PJ desde 1983.
Fuente: La Nación