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Nuevas imágenes desvelan detalles del arribo de un avión privado perteneciente a la empresa Royal Class, cuyo propietario, Leonardo Scatturice, también es dueño de Flybondi y mantiene estrechos vínculos con el Gobierno nacional. Estas pruebas podrían confirmar el ingreso al país de diez maletas procedentes de Miami, sin el control rutinario correspondiente. Este incidente, que ocurrió el 26 de febrero y tuvo como protagonista a la azafata y miembro de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) Laura Belén Arrieta, desencadenó una investigación por presuntas irregularidades que sugieren la posibilidad de contrabando con complicidad estatal.
El vuelo en cuestión, que aterrizó en el Aeroparque Jorge Newbery, transportaba a Laura Belén Arrieta, quien además de azafata se desempeña como gerente de operaciones corporativas en OCP TECH y representante de la CPAC. También viajaban a bordo dos tripulantes: José Luis Donato Bresciano y Juan Pablo Pinto. La aeronave permaneció en territorio argentino hasta el 5 de marzo, momento en que partió hacia París con la misma tripulación.
El 11 de marzo, el periodista Carlos Pagni, en un editorial, sostuvo que Arrieta ingresó a Argentina con "muchas" maletas y que logró evadir los controles de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y de la Aduana debido a una presunta "orden de arriba" que lo permitía. Según Pagni, las autoridades aduaneras se mantuvieron en alerta después de que un control fue desactivado por instrucciones superiores.
Adorni lo desmintió
Frente a estas acusaciones, el vocero presidencial, Manuel Adorni, negó la existencia de una orden para no inspeccionar el equipaje. Adorni afirmó: "El avión que aterrizó en Aeroparque recibió todos los controles de rutina, antes de quedar en situación de tránsito." Y añadió: "En el procedimiento participaron tanto la Aduana como la Policía de Seguridad Aeroportuaria, lo que de por sí hace imposible que alguien haya visto a alguien con 10 valijas", sentenció el funcionario.
No obstante, este domingo, en el programa "¿Y mañana qué?" de TN, se divulgó información que la Justicia recopiló durante estos meses. Estas revelaciones incluyen imágenes que muestran que el avión llegó con diez maletas, a pesar de que se habría declarado únicamente cinco, sumado a una serie de otras inconsistencias.
La investigación la inició la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, que solicitó informes a Royal Class y a la Aduana, así como videos de Aeroparque y declaraciones de funcionarios jerárquicos vinculados al caso.
Irregularidades en el Caso
Según la hipótesis fiscal, los pasajeros del avión privado no pasaron por los controles de equipaje y solo declararon la mitad de las maletas que transportaban. Además, se estima que no existe constancia de un control continuo de la aeronave mientras permaneció en el hangar de Aeroparque y que tampoco se registró su ingreso por parte de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
También se detectaron inconsistencias en los registros migratorios de tripulantes y pasajeros, tanto en el vuelo de ingreso como en el de salida. Aunque se declaró que la aeronave provenía de Fort Lauderdale, en realidad había partido desde Opa-locka, ambas ubicaciones en Miami. Una situación similar se produjo el 5 de marzo: mientras el registro oficial de Migraciones indicaba como destino Fort Lauderdale, el vuelo se dirigió a París, con una escala previa en el aeropuerto de Tenerife Sur, en las Islas Canarias.
El Dictamen de los fiscales
Aunque se estima que otros pasajeros que ingresaron al sector tuvieron que pasar por el control de equipajes, el dictamen fiscal señala: “Mientras el área se encontraba libre de aglomeraciones, los tripulantes y la pasajera del vuelo N18RU fueron reconducidos por personal aduanero (...) sin atravesar los escáneres ni ser sometidos a la revisión del equipaje.”
El documento añade, según informó TN: “Esta diferencia en el tratamiento resulta particularmente significativa, ya que no obedeció a una situación de congestión ni a una saturación operativa que justificara una alteración en la dinámica de control (...). El desvío fue una decisión expresa y directa del personal aduanero, adoptada a pesar de la disponibilidad de medios tecnológicos para llevar a cabo la inspección.”
Por su parte, el Ministerio Público Fiscal analizó las grabaciones del hangar y manifestó: “Se revelan filmaciones parciales con huecos temporales donde no es posible observar ni monitorear de manera continua el estado ni la posición de la aeronave durante el lapso comprendido entre su ‘sellado’”. La empresa de Scatturice había asegurado que nadie ingresó al avión durante su estadía de ocho días en el hangar privado de Royal Class.
¿Quién es Leonardo Scatturice?
Leonardo Scatturice, dueño del avión en el centro del escándalo aduanero, se convirtió en el último año en un asesor clave de Santiago Caputo, el principal estratega de Javier Milei. Su influencia se hizo evidente al impulsar la designación de Andrés Vázquez al frente de la DGI y al liderar, desde Miami, la organización de la versión argentina de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC).
Scatturice fue agente de Inteligencia y tuvo un paso por la Policía Federal. En el mundo del espionaje, lo conocían por su cercanía a la facción de Fernando Pocino, el archienemigo de Antonio Stiuso. Hace tiempo vive en Estados Unidos, es proveedor del Estado en plataformas como Educ.Ar y Trenes Argentinos, y desde Washington maneja su consultora Tactic Global, especializada en lobby, con un peso pesado como Barry Bennett, exasesor de Trump, en su equipo.
El empresario es propietario del Bombardier N18RU, que se vio en Buenos Aires con el ploteo de la empresa Royal Class. Esta aeronave se guardó en el hangar de Royal Class, empresa que emplea a Arrieta, lo que sugiere una vinculación entre ellos y con el caso. Junto a Arrieta, Scatturice fue fundamental en la organización de eventos de la CPAC fuera de Estados Unidos. El escándalo estalló pocos días después de la participación de Javier Milei en la CPAC de Washington, donde el presidente argentino adelantó su intención de alcanzar un acuerdo de libre comercio con Donald Trump.