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El Ministerio de Seguridad de la Nación presentó una denuncia penal contra el laboratorio HLB Pharma, propiedad del empresario Ariel García Furfaro, a quien se señala como responsable de una maniobra de falsificación documental en el marco del trámite de renovación de la autorización para importar fentanilo, un opioide de uso hospitalario que recientemente quedó en el centro de una investigación por su presunta contaminación.
Según información a la que accedió la agencia Noticias Argentinas, la presentación judicial tiene como eje una presunta falsificación de documentos de carácter público, más precisamente en el proceso de tramitación ante el Registro Nacional de Precursores Químicos. El empresario habría presentado un certificado de habilitación municipal apócrifo, supuestamente emitido por el municipio de San Isidro, con el objetivo de renovar la autorización que le permitía importar este tipo de sustancia.
La denuncia fue realizada por Walter Klix, actual director nacional de Precursores Químicos, un área que depende directamente del Ministerio de Seguridad. La presentación recayó en el Juzgado Federal a cargo del juez Sebastián Casanello, y será el fiscal federal Guillermo Marijuan quien deberá intervenir y definir si corresponde imputar al empresario por el presunto delito de falsedad documental.
Este hecho se produce en el marco de una investigación más amplia que involucra al laboratorio HLB Pharma por la distribución de fentanilo adulterado, lo que habría provocado un número indeterminado de muertes en distintas provincias. De hecho, las autoridades sanitarias y judiciales advirtieron que podrían incorporarse a la causa al menos 20 nuevos fallecimientos que no habían sido detectados ni denunciados formalmente, los cuales formarían parte de lo que se conoce como la cifra negra: casos no registrados oficialmente por el sistema de salud.
La investigación continúa en curso, con actuaciones simultáneas por parte del Ministerio de Seguridad de la Nación y de la Justicia federal, que mantienen abiertas todas las líneas posibles para avanzar en el esclarecimiento integral de los hechos. El objetivo central de ambos organismos es determinar con precisión el alcance de las irregularidades.
Si bien aún resta la confirmación genética oficial, fuentes consultadas anticiparon que, de comprobarse que esos nuevos fallecimientos están vinculados al consumo de fentanilo contaminado, la cifra final de muertos podría ser considerablemente mayor a la inicialmente reportada.
En paralelo, se confirmó un caso grave en la provincia de Córdoba, donde un bebé de apenas tres meses de vida resultó infectado luego de que los médicos le administraran fentanilo como parte de un tratamiento sedante. El recién nacido, identificado como Giovanni, presentó complicaciones en sus primeras horas de vida, y en ese contexto se le aplicó fentanilo que, según las autoridades, pertenecía a los lotes adulterados distribuidos por el laboratorio investigado.
Tras una serie de análisis médicos, se detectó que el bebé había contraído Klebsiella, una bacteria que, de acuerdo a la investigación en curso, se encuentra presente en el fentanilo contaminado que dio origen a la alerta sanitaria y judicial.