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En un gesto destinado a calmar a los mercados, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, reforzó este lunes su apoyo al gobierno de Javier Milei. A través de un comunicado y una serie de mensajes en la red X, aseguró que “todas las opciones de estabilización están sobre la mesa” para ayudar a la Argentina, dentro del mandato del organismo.
Bessent definió al país como “un aliado de importancia sistémica” para Washington y destacó que las reformas pro-crecimiento y la disciplina fiscal impulsadas por Milei son “necesarias para romper con la larga historia de declive” de la economía argentina. “Las oportunidades para la inversión privada siguen siendo amplias y Argentina será grande otra vez”, escribió el funcionario, en un mensaje que remite al lema de campaña de Donald Trump.
Entre las herramientas posibles mencionó líneas de swap, compras directas de divisas y la adquisición de deuda pública en dólares a través del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro (ESF). Esta herramienta fue utilizada en el pasado con México en 1995 y con Uruguay en 2002 para enfrentar crisis financieras.
El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente Javier Milei agradecieron rápidamente el respaldo desde sus cuentas en X. En la Casa Rosada señalan que se trabaja con funcionarios estadounidenses en “un abanico de opciones” de financiamiento, aunque el canciller Gerardo Werthein desmintió que se negocie un préstamo de 30.000 millones de dólares: “Eso es absolutamente falso”, dijo a Radio Mitre, y adelantó que en todo caso se trataría de montos mucho menores.
Bessent recordó que ya en abril había manifestado el compromiso del Tesoro con el pueblo argentino y con la gestión de Milei, y felicitó al Gobierno por las negociaciones con el FMI.
El funcionario confirmó que este martes al mediodía participará en Manhattan de una reunión entre Donald Trump y Javier Milei, a la que también asistirán Luis Caputo y Gerardo Werthein por el lado argentino, y Marco Rubio junto a Bessent por el lado estadounidense. Fuentes en Washington interpretaron el respaldo público del Tesoro justo al inicio de la rueda cambiaria como un gesto de contención en tiempos de alta volatilidad.