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Cartas de lectores

Miércoles, 26 de octubre de 2011 22:36
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Reflexión sobre una broma

Una vez más los salteños nos vemos involucrados en otro caso de alta complejidad social. He tenido la oportunidad de leer varias cartas al lector sobre la adolescente que realizó una “broma” a su compañera de escuela, haciéndose pasar por María Cash. Estoy de acuerdo con la opinión de muchos, en que pague las consecuencias, ya sea repitiendo el año en esa institución o siendo expulsada de la misma. Con el paso de los días y, teniendo en cuenta que como docente me toca trabajar con adolescentes, me di cuenta de que a esa edad no tienen idea de la gravedad del hecho. Estoy segura de que apenas conoce el caso de María Cash. Con esto no la estoy justificando, solo que considero que lo más apropiado sería que siga yendo como alumna libre para rendir todas las materias a programa completo, pero además sumarle un acompañamiento psicológico obligatorio y controlado por algunos años. Creo que sería la forma más apropiada de reflexionar sobre lo que hizo, porque se ve que aún ella no entiende que la sociedad le está pidiendo una disculpa pública. Jóvenes excluidos tenemos muchísimos, no sumemos uno más. Tratemos de reinsertarla con ayuda psicológica y un mejor acompañamiento familiar, ya que a 25 faltas no se llega tan rápido, hay avisos previos por parte de la institución e invitación a la misma para hablar sobre el tema de las inasistencias. A ver si esta situación hace reaccionar a los seres responsables y culpables de la conducta de esta joven: sus padres. Quizás solo necesitó que ellos le dieran un poco más de atención. Ahora la tiene... ¿pero bajo qué costo social?

María Victoria Llados Arias
Docente




Padres que no aportan

Soy mamá de una hermosa beba de poco más de dos años. Con profundo dolor en mi corazón vivo día a día la injusticia a la que nos somete gente que busca beneficiarse sin pensar en lo perjudicial que es para el resto. La corrupción en la que vivimos se apoderó de todos los ámbitos de nuestra sociedad, inclusive el de la familia, en la que los padres ya no se hacen cargo de sus hijos; empleadores que contribuyen o avalan recibos de sueldos truchos para aminorar los importes de las cuotas alimentarias, y las madres callan, por impotencia o para evitar conflictos, tal es mi caso. Como madre, mi deber es fomentar la relación padre - hijo, pero no es tan fácil. Un hijo no es solo un cumpleaños, una visita cuando sobra tiempo. Un hijo también es resignación, sacrificio, paciencia y lógicamente mucha pero mucha felicidad. Quisiera saber qué clase de personas pueden escatimar en gastos en salud o educación de los pequeños. ¿Con qué criterio deciden cuál hijo es más importante o más amado o a quién dedicarle más tiempo? Todos los hijos son iguales, independientemente del vientre que los gestó, de parejas, exparejas o problemas entre los mayores. Es por eso que convoco a quienes estén pasando por la misma situación que yo, a que se comuniquen a:

[email protected]

Para ejercer derechos, uno tiene que cumplir con obligaciones, lamentablemente esto no muchos lo tienen en claro.

 

Florencia Ramos González
Ciudad




Medidas educativas

Soy docente salteña, ejerzo hace varios años y en la actualidad estoy trabajando en Formosa. Es mi deseo que nuestras autoridades educativas, me refiero a los ministros en general, visiten las escuelas del interior de nuestro hermoso país. En especial aquellas que se encuentran en el Chaco salteño, donde se dictan clases bajo techos de chapas con temperaturas de entre 40 y 50 grados de calor. Pienso que para ellos debe ser muy fácil impartir decretos, órdenes en una oficina con aire acondicionado, con agua fresca a disposición. Seguramente deben pensar que los colegas que trabajan en estas zonas, no les afecta el clima y que se les puede recargar de proyectos, trabajos y planes, y encargarse de los chicos haciendo de mediadores, padres, pacificadores de problemas, a riesgo de ser maltratados, golpeados, culpados de la crisis de la educación; cuando en realidad el Estado ha “mediocrizado” la educación con medidas que no nos dan una solución. Hay una niñez y una adolescencia preciosa que clama por una educación digna. Deben pensar muy bien las medidas antes de tomarlas, analicen la verdadera realidad social. Desde Formosa, un saludo a los colegas salteños.

Norma Beatriz Quispe
Profesora de Historia

Formosa

 

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