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Por Luis Borelli
Hace cincuenta años, el profesor Amadeo Rodolfo Sirolli fue designado por segunda vez director del Museo de Ciencias Naturales de Salta. Esta resolución fue adoptada el 11 de junio de 1961 por el decano de la Facultad de Ciencias Naturales, Dr. Branimin Males. De esta forma, Sirolli regresaba al viejo museo después de diez años de ausencia. Hasta 1951 había participado activamente en su reestructuración hasta lograr que el Gobierno de Salta, primero, y la Universidad Nacional de Tucumán, después (1952), le reconocieran a la institución categoría científica y universitaria. El mérito del profesor Sirolli fue entonces lograr que el primitivo Museo Provincial de Fomento se transformara, luego de 30 años, en un estamento universitario.
Un poco de historia
Los primeros antecedentes del actual Museo de Ciencias Naturales de la Unsa se remontan al 16 de julio de 1881, cuando el Gobierno de Salta, mediante decreto N§ 71, crea el Museo de Historia Natural, tomando como base los minerales que guardaba el Departamento de Hacienda de la Provincia. Su primer director fue el profesor Ignacio Ortiz, docente de Historia Natural del Colegio Nacional. Años después, sobre ese antecedente, el gobierno de Robustiano Patrón Costas creó por decreto N§ 478/15, el Museo Provincial de Fomento, que al principio estuvo a cargo de la Sociedad Unión Salteña. Posteriormente, la dirección le fue confiada a don Cristian Nelson, quien durante años trabajó en la recopilación de antecedentes estadísticos y materiales de exhibición. A su muerte, lo reemplazó don Rogelio Diez, quien falleció en 1949. En su lugar, el Gobierno provincial designó al profesor Rodolfo Amadeo Sirolli, quien de inmediato introdujo una serie de reformas. El nuevo ordenamiento permitió que el viejo museo pronto tomara notoriedad. Dentro de su ámbito, Sirolli creó la Escuela de Taxidermia y Esqueletología. Las labores docentes y prácticas estuvieron a cargo del agrónomo y entomólogo Telmo Morales, del técnico Bernardo Schain y del pintor José Ernesto Montellano Tedín. “Fue una experiencia inolvidable”, decía don Amadeo cuando recordaba los primeros pasos de la “escuelita”. En poco tiempo, el establecimiento despertó gran interés, tanto que a principio de 1950 se inscribieron los primeros alumnos. Entre ellos, el médico Santiago Arias y el veterinario Pedro Romagnoli, quienes se diplomaron de taxidermistas. También hubo bachilleres, maestros y hasta un químico farmacéutico.
Posteriormente se sumaron al cuerpo docente el ornitólogo Juan Gunnar y el taxidermista Francisco Contino, quienes hicieron importantes aportes para modernizar el establecimiento. A ellos se deben las primeras colecciones embalsamadas que se exhibieron en nuestra ciudad, y que pronto fueron motivo de orgullo, tanto para la entidad como para la provincia.
En julio de 1950 el Museo fue elegido por la Universidad Nacional de Tucumán para que auspiciara la primera conferencia organizada por el Instituto de Antropología de esa casa. En la oportunidad disertaron el antropólogo Branimiro Males y la profesora Graciela Nieto, que se refirió a la “Cultura indígena del noroeste argentino”.
Ciencias Naturales
El 30 abril de 1951, Amadeo Sirolli logró que el gobernador Carlos Xamena suscribiera el decreto N§ 6.466, mediante el cual Taxidermia y Esqueletología se transformó en la Escuela Superior de Ciencias Naturales, dependiendo siempre del Museo. Ambos institutos quedaron bajo la dirección de Sirolli y al año siguiente, el 16 de diciembre de 1952, la provincia transfirió a la Universidad de Tucumán, la Escuela Superior que por ese acto pasó a ser la Facultad de Ciencias Naturales. El convenio fue suscripto por el gobernador de Salta, Dr. Ricardo Durand, y el rector de la Universidad de Tucumán, Dr. Carlos Aguilar. Como delegado interventor de la flamante casa salteña, fue designado el Dr. Víctor E. Elías. En esa instancia, el Museo pasó a depender de la Facultad recientemente creada.
La última gestión de Rodolfo Amadeo Sirolli en esta etapa fue lograr que la provincia donara un predio para el edificio de la nueva casa de estudios. Esto fue el 30 de abril de 1953, día en que el gobernador Durand donó a la UNT una fracción del parque San Martín. El edificio no se concretó, y en su segundo mandato (1963-1966) el Dr. Durand cedió ese mismo predio para otro fin: la construcción de cuatro edificios de propiedad horizontal.