¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
21°
6 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La Poma: caverna Puente del Diablo

Sabado, 21 de enero de 2012 00:59
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El certamen “Elegí las 7 maravillas de Salta”, organizado por El Tribuno, tiene como principal objetivo revalorizar los atractivos naturales más importantes de la provincia promoviendo, fundamentalmente, su conservación. Se trata de un concurso abierto para que todos los lectores puedan elegir los paisajes más relevantes de la geografía salteña en una grilla que se publica en su página web. También podrán aportar datos, fotografías y proponer lugares.

En esta oportunidad recorreremos la enigmática caverna Puente del Diablo, en La Poma, localidad ubicada a 183 km al noroeste de la ciudad de Salta. La caverna tiene 111 metros de extensión y en su interior parece haber quedado atrapada la prehistoria. Se encuentra ubicada a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, enmarcada por un paisaje de prepuna sembrado de volcanes y desfiladeros interminables. Es una verdadera joya de la naturaleza. La primera campaña de reconocimiento oficial del lugar se realizó en 1999 y estuvo encabezada por Luis Carabelli, titular de la Federación Argentina de Espeleología. Luego, la zona fue estudiada por especialistas, quienes detectaron su riqueza inigualable en cuanto a recursos cálcicos y su fauna, relacionada fundamentalmente con el ambiente hídrico. Su estructura se encuentra en plena evolución, según los expertos. En ella se introduce el río Calchaquí, que la atraviesa de punta a punta.

El lugar es conocido desde la antigedad, ya que su techo fue utilizado por los pueblos originarios como puente natural para cruzar ganado, pero las creencias y leyendas que aseguran que en su interior vive el Diablo la mantuvo durante siglos sin ser explorada en profundidad.

Al final de un desfiladero

A la cueva se accede por un desfiladero de más de 100 metros. A medida que se desciende se pueden observar dos galerías fósiles, mientras que en el fondo de la cañada se encuentra el acceso a la galería principal por donde se introduce el río helado.

El caudal es importante y aumenta su fuerza por la pronunciada pendiente y estrechez de la caverna. El primer sector consta de una amplia sala donde se puede transitar de pie. En su interior el agua es verdosa a causa de las algas, principal alimento de los cangrejos que habitan en el lugar. Miles de estalactitas y estalagmitas cubren todo el nivel. La sala se va estrechando hasta transformarse en una galería de un metro de ancho. Allí aumenta la profundidad del agua, que llega en algunos tramos a los 1,7 metros. A medida que se avanza, la altura del techo baja hasta obligar a hacer el recorrido gateando, con apenas 15 centímetros entre el nivel del agua y el techo. El extremo de salida se amplía formando una nueva sala donde el río pierde profundidad. Es un viaje por el interior de la tierra con todos los condimentos que puede soñar un aventurero.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD