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Agentes de la infantería intentaban esta tarde desalojar a un grupo de policías atrincherados en las oficinas del área de Finanzas de la fuerza provincial, como parte de un reclamo salarial y laboral.
Mientras crece la tensión en la zona de la protesta, los agentes que tomaron el edificio resistían el desalojo, acompañados por familiares, entre ellos mujeres y niños, después de haber advertido que estaban dispuestos a prender fuego el lugar en el caso de que fueran reprimidos.
La oficina de Finanzas de la Policía de la provincia está pegada al Ministerio de Salud chubutense y a la Comisaría 1era de esta ciudad, en donde mantenían por estas horas una reunión clave la fiscal Graciela Suárez García y el jefe policial de Chubut, comisario Julio Blanco.
Diputados provinciales y concejales de distintos bloques acompañaban a la fiscal, en un intento por mediar y evitar que el eventual desalojo se torne violento.
Los policías que tomaron el edificio fueron dejados cesantes tras una medida de fuerza realizada entre fines de agosto y principios de septiembre.
Los agentes reclaman al gobierno de Martín Buzzi que cumpla con una ley que dice que el personal policial de Chubut debe cobrar al menos el 88 por ciento del sueldo de un policía Federal, o bien una fuerza similar.
El reclamo lleva más de 50 días de duración y los policías realizan un acampe en pleno centro de esta ciudad para demandar una mejora salarial.