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El juicio a Susana Freydoz por la muerte de su esposo, el ex gobernador de la provincia de Río Negro, Carlos Soria, continuó esta mañana en la segunda jornada de declaraciones ante los tribunales provinciales, donde comparecieron sus hijos Martín, intendente de Roca, y Carlitos.
“No se cuáles fueron los motivos‘ del asesinato, sostuvo Martín Soria en declaraciones a TN, tras la salida del juicio. “Espero que al final del juicio lo sepamos todos”, agregó.
Además, el intendente de Roca se quejó sobre la cobertura mediática del caso. “Además de la tragedia y el dolor como hijos del Gringo (Soria), tuvimos que escuchar barbaridades, desde que mi viejo era un pistolero hasta que golpeaba a su mujer”, protestó.
“Los que se equivocaron y difundieron cosas con morbo espero que pidan perdón, por respeto a los nietos del Gringo”, pidió Martín Soria.
Entre los testigos citados a declarar, estará también la esposa de Martín Soria, Leyla Aschkar, y Angel Pedraza, cuñado de Susana Freydoz, quienes estuvieron durante la cena familiar previo a la noche donde ocurrió la muerte del mandatario. Julián Goinhex, exsecretario general de la Gobernación, también es otro de los citados.
El testimonio que dieron los hijos de Soria en el juicio -que se realiza en el auditorio de la Ciudad Judicial de General Roca, ubicada en San Luis 853- fue a puertas cerradas, según resolvieron el lunes los magistrados Carlos Gauna Kroeger -presidente de la Cámara Primera en lo Criminal-, María Evelina García y Fernando Sánchez Freytes, con la disidencia de la jueza García. Ese día, María Emilia Soria siguió el mismo protocolo y Germán Soria lo hará mañana. Como fiscal en la causa interviene Laura Pérez y el defensor particular de Freydoz es Alberto Richieri.
El exgobernador de Río Negro fue asesinado el 1 de enero de 2012 de un disparo en el rostro en su residencia privada radicada en la ciudad de General Roca. Los pesquisas creen que Freydoz le disparó a la cabeza a Soria con un revólver calibre .38 del gobernador, “en el marco de una discusión” por celos que había surgido luego de la celebración familiar del Año Nuevo.
La mujer, quien recibe asistencia psiquiátrica con internación en un hospital de Cipolletti, es la única y principal acusada por el delito de “homicidio calificado por el vínculo”. En su defensa, el abogado Riccheri dijo ayer que en el momento del crimen su cliente “no se comportaba normalmente” y sufría un desequilibrio “patológico”.