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Una docente tucumana sufrió la fisura de la nariz y lesiones en su boca al ser golpeada por un alumno de 13 años, tras lo cual dijo que tenía miedo de volver a dar clase “por las amenazas” que recibió por parte de la madre y del adolescente agresor.
Además, la maestra denunció intimidaciones por parte del estudiante que cursa el sexto grado en una escuela del barrio Pocitos de la capital tucumana porque también maltrata a otros alumnos y por parte de la madre del menor de edad que tiene varios antecedentes de agresiones.
El incidente ocurrió el lunes último en medio de una clase cuando el alumno amenazaba con un caño de PVC a otros estudiantes y la docente Teresa Romero se interpuso y logró desarmarlo, pero el adolescente le pegó una trompada en el rostro.
La docente presentó denuncias ante la policía porque tras ser citada la madre del alumno para retirarlo de la escuela y notificarse de la agresión, la mujer también amenazó a la maestra.
Romero relató que estaba “con licencia” hasta que logre recuperarse pero aclaró, que no quería “volver a dar clases si está ese chico en el aula”.
“Tengo miedo, sobre todo, por las amenazas que recibí de su madre”, dijo la mujer al diario La Gaceta.
Respecto de la conducta del alumno, la docente dijo que exhibió conductas de violencia desde hace tiempo y reveló que “suele abrir las mochilas de los otros alumnos para ponerles cosas que ha robado antes y los chicos afectados no quieren decir nada porque también le tienen miedo”.
“Al chico le tengo miedo porque varias veces me amenazó en tren de broma, haciendo amagues como se hacen dos varones de pegarse un cabezazo. Eso lo ha hecho siempre, no sólo a mí, también a las otras maestras”, añadió la docente tucumana.
El comisario Jorge Castilla remarcó que, de acuerdo a datos de la escuela, el alumno tiene antecedentes de mala conducta desde cuarto grado por lo que intervino en el caso la Dirección de Familia y Minoridad, que citó al alumno con su mamá.
La madre del estudiante agresor argumentó que su esposo está muy enfermo y tiene muchos problemas para asistir a la escuela. La docente, en tanto, lamentó las dificultades para resolver el caso porque dijo que al alumno no se lo puede expulsar de la escuela y sólo se lo hace firmar un libro de disciplina cada vez que tiene un mal comportamiento. “Para él, firmar o no el libro es lo mismo, y la madre no va cuando se la cita a la escuela”, acotó.