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La aviación siria atacó ayer un estratégico pueblo tomado por los rebeldes en el norte del país en un intento por reabrir una importante ruta de suministro, tres días antes de la fecha propuesta por Naciones Unidas para una tregua, la cual que al parecer será imposible de concretar.
El enviado a Siria de la ONU y la Liga Arabe, Lajdar Brahimi, insinuó que ambos bandos en el conflicto que comenzó hace 19 meses en Siria depongan sus armas durante la festividad del Eid al-Adha, una festividad musulmán de cuatro días que comienza del viernes. Sin embargo, ni el presidente sirio Bashar al Assad ni los rebeldes que tratan de derrocarlo se han comprometido a la tregua, y Brahimi no ha explicado en público cómo se haría la verificación del cumplimiento de la tregua.
Los activistas informaron que ayer se registraron enfrentamientos entre las fuerzas del régimen y los rebeldes en varias áreas de Siria.
Una de las más intensas batallas se desarrollaba en Maaret al-Numan, un pueblo que se asienta sobre la principal autopista entre Alepo, centro comercial y la ciudad más grande de Siria, y la capital Damasco.
Las fuerzas de oposición capturaron el pueblo a principios de mes y su presencia en el lugar obstaculiza al régimen el envío de suministros y refuerzos hacia el noroeste de Siria, inclusive a Alepo, donde las fuerzas del gobierno se han enfrascado en una cruenta lucha por el control de la ciudad.
Los aviones sirios atacaron ayer al pueblo Maaret al-Numan y la aldea de Mar Shamsheh, mientras las tropas y los rebeldes se enfrentaban por el control de un campamento militar sirio que es atacado desde hace varios días, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña. La intensa lucha en Siria ha obligado a cientos de miles de personas a que abandonen el país.