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Efectivos de la comisaría de Aguaray detuvieron ayer a las 14 a un hombre joven que se hallaba ebrio y totalmente fuera de control, insultando a su madre y demás familiares, armado con una escopeta calibre 16 y una pistola de aire comprimido.
El sujeto fue identificado como Sergio Gareca, de 32 años, domiciliado en el lugar de los sucesos, en el barrio Villa Sagrada, en la esquina de Los Lapachos y Los Naranjos.
Los vecinos llamaron a la policía alarmados por el descomunal desorden protagonizado por Gareca.
Al llegar los efectivos, la madre del hombre, Juana Morales (60), autorizó a los uniformados a ingresar a la propiedad para poner fin al escándalo. Sin embargo, Gareca, lejos de amedrentarse, puso la pequeña pistola de aire comprimido en su cintura y colocó la culata de la escopeta en su hombro derecho, apuntándole a los efectivos. “No den un paso más o los dejo como colador”, expresó, y luego los insultó con una serie de vocablos irreproducibles,
Ante esta situación los uniformados rodearon al sujeto y lo intimaron para que desistiera de su acción. “Podés dispararle a uno, pero llevás todas las de perder, ñaño”, le dijo el oficial a cargo. Al ver la situación, Gareca hizo un sorpresivo giro de 180 grados y salió corriendo en dirección al fondo de su casa, saltó una cerca y trató de escaparse hacia el monte, pero los policías le cerraron el paso, lo detuvieron y lo llevaron detenido.
Gareca quedó a disposición del juez penal de turno, y se determinó que la escopeta que portaba tenía tres cartuchos, en tanto que la pistola de aire comprimido carecía de proyectiles.