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El huracán Sandy, con vientos sostenidos de 120 kilómetros hora y que se espera que golpee entre mañana y el miércoles a la costa este de Estados Unidos, ha obligado a cancelar actos de la campaña electoral en Virginia, que se prepara para lo peor.
La campaña del candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, canceló un evento previsto para el domingo a la noche en Virginia Beach y decidió llevar a cabo un mitin en el trascendental estado de Ohio.
Rick Gorka, portavoz de la campaña de Romney, indicó que están evaluando la celebración de sendos mítines en las ciudades de Sterling y Richmond, en Virginia, que ha declarado el estado de emergencia.
El vicepresidente de EEUU, el demócrata Joe Biden, suspendió también un evento electoral ayer en Virginia Beach, una de las zonas costeras que primero experimentará los efectos de Sandy, mientras que la primera dama estadounidense, Michelle Obama, decidió no acudir a un mitin en una universidad del estado de Nuevo Hampshire el martes.
Ambos señalaron que la cancelación tiene como objetivo que las fuerzas de seguridad puedan centrarse en los preparativos ante la llegada de Sandy, que se había debilitado el viernes y volvió a ser huracán ayer.
Pese a que el presidente de EEUU, Barack Obama, mantiene su plan de campaña, si el huracán mantiene su fuerza y ocasiona graves daños, puede verse obligado a suspender sus últimos actos en estados clave como Colorado u Ohio.
Amenaza de supertormenta
El huracán amenaza con convertirse en una supertormenta que puede provocar daños por valor de miles de millones de dólares y cortes de luz de entre siete y diez días en las áreas más afectadas, según previsiones del Edison Electric Institute.
Los cortes de luz y las inundaciones, para las que ya se preparan Carolina del Norte, Virginia, Maryland y Nueva York, podrían afectar a la votación por adelantado e incluso alterar los comicios el día de las elecciones, el 6 de noviembre.
Hasta 300 miembros de la Guardia Nacional en Virginia están preparados para actuar ante la contingencia.