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Pese a que la Presidenta dijo ayer que en la Argentina no hay cepo cambiario, el cerrojo sigue achicándose. Ahora, el giro de remesas quedó pesificado y con un límite de $2250 por mes por persona. Esto representa un cambio significativo ya que hasta el momento era posible girar dólares al exterior, aunque con un tope máximo establecido por mes, por esa vía.
Las transferencias internacionales de dinero, de esta forma, no escapan a los controles cambiarios. Según consigna El Cronista Comercial , la firma Wester Union, la más popular en este tipo de transacciones, permitía hasta hace algunas semanas girar hasta US$ 500 cada 30 días desde la Argentina y hacerlo directamente en la moneda estadounidense. Esa posibilidad ha acabado.
Sin importar el destino de giro del dinero, el límite es siempre el mismo, y no se permite hacerlo en otra moneda que no sean el peso argentino. Asimismo, las comisiones por el servicio no son económicas: cobran, en promedio, más del 30% de la operación. A esto hay que sumarle también que el tipo de cambio que aplica, por ejemplo Western Union, no es de $ 4,71, sino de $ 4,80
A pesar de la pesificación, la persona que recibe el dinero girado en el exterior puede optar cobrarlo tanto en moneda local del país de destino como en dólares. Sin embargo, quedó vedada toda posibilidad de enviar un monto específico en dólares desde Argentina.
La política de transferencia de dinero al exterior en la Argentina ha cambiado en más de una oportunidad en el último tiempo. A principios de año, el Banco Central había bloqueado el giro de remesas a Europa, África, Asia y Estados Unidos. Paulatinamente se abrió el envío hacia estas regiones alcanzando un tope de u$s 150, extendiéndose en julio hasta los 500 dólares. Hoy, las operaciones sólo pueden realizarse hasta un monto de 2250 pesos, donde se llega a pagar u$s 154 de costo de envío.
Fuente: La Nación