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La situación parece sacada de una película policial, aunque ocurrió en la realidad. Que un preso tome rehenes en un juzgado parecería un hecho insólito, pero no lo fue. La toma de rehenes ocurrió en el juzgado N§ 2 de Lomas de Zamora, donde un hombre que cumple condena en la cárcel de Ezeiza tomó a dos personas como rehenes. Entre sus pedidos estuvo el reclamo de la presencia de los medios a lo que agregó que tenía información clave sobre un caso de espionaje internacional. Todavía resulta difícil entender como el acusado identificado como Gabriel César Conforti pudo ingresar con un arma al juzgado donde iba a declarar. Sin embargo así ocurrió.
Finalmente, tras liberar a los empleados y mediante una ardua negociación, depuso su actitud y se entregó a la policía.
“Estoy dispuesto a morir”, dijo el preso mientras mantenía a los rehenes Rafael Leal, secretario del juzgado, y Andrea Carina Vago, quien se desempeña como defensora oficial.
Porqué fue la toma
Gabril César Conforti se hace llamar “Palmito” y juraba tener un informe de espionaje internacional en el que estarían involucradas autoridades de Rusia, China y Japón. Aseguraba que su vida está en riesgo y que estaba dispuesto a morir por esta causa.
“Palmito” se comunicó con el canal C5N y contó que cumple hace más de dos años una pena en la cárcel de Ezeiza por encubrimiento y falsificación de documentos.
“Me quedan 88 días para cumplir mi condena. ¿Ustedes piensan que voy a arriesgar mi libertad por una causa que no valga la pena?”, manifestó.
“A mí no me importa mi libertad, me importa mi Argentina. Yo tengo un informe que dice que Japón le paga a la Argentina 0,0001 dólares por litro de agua”, explicó el hombre.
“Esto es el inicio de un reclamo. Yo calculo que a las tres o cuatro de la tarde me voy a entregar, sólo si llego a poner en conocimiento de todos los medios de comunicación lo que pasa”, había anticipado el hombre. Por fortuna, cambió de parecer y se entregó antes.
Fueron más de dos horas de conversaciones bajo una tensión extrema, por el riesgo de vida que afectaba a dos personas .
El final de la historia fue positivo, porque el secretario del juzgado, Rafael Leal, y la defensora oficial del delincuente, Carina Vago, fueron liberados en perfecto estado.
Momento de tensión
Personal del Servicio Penitenciario de Ezeiza había trasladado hasta la sede judicial de Lomas de Zamora a Pablo Cristian Conforti, alias “Palmito”. Allí el preso fue llevado hasta el sector donde estaba la defensora oficial Carina Vago, que iba a representarlo, pero en un momento se pudo zafar de la custodia y le colocó a la mujer una faca en el cuello. Los gritos alertaron al resto de los empleados del edificio tribunalicio que, al llegar al lugar, también fueron amenazados. El detenido tomó entonces de rehén al secretario del juzgado, Rafael Leal.
Cuando los periodistas le preguntaron detalles del arma, Conforti dijo que el revolver se lo había vendido el secretario del juzgado, al que mantenía prisionero.