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En medio de la profunda crisis institucional y de una sangrienta guerra civil en Siria, el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, William Hague, manifestó hoy su reconocimiento a la coalición opositora. “La oposición unificada de Siria puede liderar una genuina transición política al gobierno del presidente Bashar Al Assad”, manifestó el funcionario británico.
Hague mantuvo en Londres una primera reunión con los líderes rebeldes y explicó que el gobierno británico “está dispuesto a reconocerlos como los únicos representantes legítimos del pueblo sirio”.
Aclaró que “para que la comunidad internacional trabaje con ellos en poner fin al conflicto, deben desarrollar su estructura, ampliar su apoyo entre el pueblo sirio y establecer un plan creíble para la transición política”.
Provisión de armas
El Reino Unido también podría apoyar la solicitud de Francia de levantar el embargo dispuesto por la Unión Europea para administrarles armas a las fuerzas rebeldes.
Hague se reunirá con su par galo el próximo lunes en Bruselas para discutir esto y tejer una estrategia común.
El canciller comentó que en la reunión con la alianza opositora exigió “un claro compromiso con los derechos humanos y con el derecho internacional, incluyendo un acceso sin restricciones de los organismos humanitarios”.
Agregó que “un primer paso importante sería llegar a un acuerdo para establecer un mecanismo que coordine la ayuda internacional y fortalezca la capacidad de la coalición para prestar servicios esenciales dentro de las zonas de Siria donde el régimen ya no tiene control”.
Desde que empezó el levantamiento contra Al Assad, en marzo de 2011, murieron al menos 39.000 personas según cifras de las Naciones Unidas, aunque la oposición al presidente habla de casi el doble de víctimas.
- Más de 39 mil personas han muerto desde que comenzó hace 20 meses la revuelta popular contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad.
- Los combates entre los rebeldes y los soldados y los bombardeos aéreos de las tropas leales provocan diariamente la muerte de decenas de civiles.
- La comunidad internacional se encuentra dividida ya que Damasco tiene como aliados a Moscú y Pekín, y los rebeldes al Reino Unido y a Francia.