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­¡Menos mal que le dieron ese nombre!

Sabado, 24 de noviembre de 2012 23:58
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Hay preguntas que merecen respuestas. Por ejemplo: ¿A qué juegan los concejales que aprobaron el cambio de nombre de la avenida virrey Toledo? El impulsor de la iniciativa, que incluía la remoción de la estatua del virrey, ubicada en la Plazoleta de los 4 Siglos, Tomás Turi Rodríguez presidente del Concejo Deliberante, ¿cree, en serio, que le faltaba esa materia para recibirse de “progresista”? ¿O fue un patético intento para anotarse un poroto en la cruzada kirchnerista de reescribir la historia a su gusto y conveniencia? Los concejales que lo secundaron en esta barrabasada ¿no le temen al repudio de la ciudadanía y al papelón político e histórico? Y las preguntas pueden continuar hasta el cansancio, pero tomémonos un respiro. El camino para llegar a la aprobación mencionada ha sido irregular y arbitrario. Veamos. Para encarar una modificación de la nomenclatura urbana es imprescindible consultar a los vecinos, según lo establece la vigente ordenanza municipal 12.316, y después contar con el visto bueno de Planificación Urbana, requisitos que no fueron cumplimentados. En pocas palabras, el trámite fue anómalo. La remoción de la estatua fracasó porque los señores concejales revisionistas, los llamemos así, no estaban anoticiados que el lugar en el que está erigida es de jurisdicción provincial. Se conoce que Turi Rodríguez habría anunciado su propósito de salvar ese escollo. Los fundamentos manifestados para cambiar el nombre de la avenida virrey Toledo por el de avenida del Bicentenario de la Batalla de Salta, corren el riesgo de caer en lo ridículo. Para el presidente del Concejo Deliberante el nombre de Francisco Toledo, verdadero fundador de la ciudad (Lerma la fundó por su expreso mandato) es sinónimo de colonialismo, y hay que borrarlo. Para la concejala Gabriela Serrano (PO), que votó a favor, los que votaron en contra del cambio de nombre “apoyan al virrey Toledo y hacen una defensa lamentable del colonialismo”. Y refuerza su pensamiento: “Los que votaron en contra de este proyecto llegan a justificar la exterminación de la población nativa”. ¿Cómo se hace para obtener conclusiones de tal naturaleza? Los vecinos de la avenida habrían demostrado alivio: la suerte estuvo de nuestro lado. Temíamos que en vez de Bicentenario de la Batalla de Salta, habían dicho, oficializaran el nombre de “Avenida del Néstornauta”.

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