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Vivienda propia, un sueño cada vez más alejado

Lunes, 10 de diciembre de 2012 01:01
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Cuesta y cada vez más. Pero lo peor es que para muchos, el objetivo de la vivienda propia se ha convertido en un sueño postergado, involuntariamente. Es hablar de crisis habitacional. De personas que no pueden establecerse económicamente para saciar muchas de sus más básicas necesidades como la de tener un hogar digno donde vivir.

Vecinos de la capital salteña y de distintas localidades del interior de la provincia contestaron a una encuesta que realizó El Tribuno. El diálogo confirma, con cada testimonio concreto, que la crisis habitacional existe.

Capital y área metropolitana

De las personas consultadas en la capital salteña, la mayoría son propietarios de la casa o el departamento en el que viven pero, de ellos, más de la mitad la adquirieron por herencia familiar. Ahorrar para comprar un inmueble no está dentro de la posibilidad de muchos salteños. La opción: alquilar. Pero los precios están por las nubes, así que muchos alquilan habitaciones o departamentos con ambientes muy reducidos.

“El Gobierno no hace lo que tiene que hacer y hay mucha, pero mucha gente sin casa. El Gobierno nacional nos mira desde lejos y piensa que como a esta provincia le va bien con el turismo, estamos todos bien y no es así. Tenemos un casco histórico muy bonito, un centro muy lindo, pero en las afueras hay mucha pobreza. ­Cuántos chicos deambulan en la calle porque no tienen siquiera donde dormir!”, dice una señora que alquila una pequeña habitación en la que vive con dos de sus hijos en el macrocentro.

Otros, que también alquilan, dicen que mes a mes deben hacer magia para poder juntar la plata y pagar el alquiler. “Es subsistir”, dice un joven muchacho que trabaja como albañil y alquila un pequeño departamento en Campo Quijano. El caso de una joven de barrio Castañares es similar. El sueldo que percibe como empleada de un comercio no le deja margen para ahorrar ni de pagar las cuotas de un préstamo o un crédito para acceder a un inmueble propio.

Respecto de los planes de vivienda, muchos dijeron estar inscriptos en el Instituto Provincial de Viviendas, pero manifestaron descreimiento hacia esa institución en tanto que la mayoría se inscribió hace varios años y aún esperan ser sorteados en algún plan que se acerque a la clase media baja y que prácticamente ya no existen en el país como antes.

Pensar en las generaciones siguientes es también una incertidumbre. Un vecino del barrio Hernando de Lerma, en el macrocentro de la capital, dice que, afortunadamente, tiene una casa que heredó de su familia. Tiene 70 años y allí habitó casi toda su vida, pero le preocupa el porvenir de sus hijos. “Quisiera que cada uno tenga su lugar propio, me gustaría ayudarlos, pero ciertamente no puedo como jubilado y no veo fácil que ellos solos puedan porque los sueldos no permiten ahorrar”, expresó preocupado por el futuro de sus hijos y nietos.

El mercado inmobiliario
en el interior

Agentes inmobiliarios de Orán explicaron que se registró en los últimos meses una caída en la actividad del 70% en las operaciones de compraventa de inmuebles en la ciudad.

Aseguran que la incertidumbre en el mercado inmobiliario avanza junto a la inflación, lo cual obliga a los clientes a analizar demasiado antes de invertir.

Por su parte, al demanda de alquileres es alta y la oferta poca. Los inquilinos denunciaron los excesivos precios que se cobran y señalaron que, con un sueldo promedio de $4.000, deben gastar el 50% de sus ingresos para abonar el alquilar.

“Los alquileres continúan subiendo debido a la falta de acceso a la vivienda propia“, señalaron agentes inmobiliarios.

En el Valle de Lerma la actividad en ese semestre bajó, especialmente la venta de fincas y casas.

Por otro lado, los propietarios de locales comerciales aseguran que los alquileres subieron en un 50%.

Igualmente, el precio de casas sin intermediarios trepó a enormes costos. “Una pequeña casa de un barrio ofrecida a principio de año a 250 mil, a fin de año llegó a $400 mil”.

En Güemes, la falta de viviendas es tan crítica que generó incluso hasta corte de ruta en busca de soluciones. La ciudad no tiene tierras fiscales, ya que está rodeada de fincas privadas, lo que representa un problema al momento de construir viviendas.

En Metán, las ventas están paralizadas. “Esta situación viene de arrastre desde octubre del año pasado, pero se agravó por la situación del dólar”, destacó Eudoro Martínez, propietario de una inmobiliaria.

Vivir de prestado en
el Valle de Lerma

La gran mayoría de los encuestados en Rosario de Lerma, Cerrillos y El Carril alquila o vive en viviendas compartidas o prestadas por algún familiar. Pero las familias crecen y la situación se torna insostenible.

Casi la totalidad de los consultados manifestó estar inscriptos en planes habitacionales de la Provincia desde hace varios años. Otros esperan por planes prometidos en época electoral.

Juan y Estela trabajan y tienen dos hijos. Son de Chicoana, pero viven en El Carril porque un familiar les prestó allí una vivienda. Están inscriptos en un loteo municipal y esperan ansiosos. “Ante la falta de viviendas, con un lote podemos levantar una pieza y un baño para comenzar con nuestra casa”, comentó Juan.

Quienes no pueden costear el alquiler de una casa optan por pequeñas piezas. En un barrio de Rosario de Lerma el alquiler de dos piezas de 4 por 3, con un baño y cocina cuesta $1.500.

“Puedo pagar un terreno, pero me cuesta ahorrar para edificar. Los terrenos son muy caros. Me inscribí en un loteo municipal sin éxito. Apenas puedo pagar el alquiler donde vivo”, contó Joaquín, efectivo de las fuerzas de seguridad.

La mayoría señaló que no les alcanza el sueldo para pedir créditos. Los que son propietarios, lograron su casa mediante planes de vivienda de la Provincia, compraron o heredaron un terreno en el que construyen.

Alquilar en Cerrillos y Rosario de Lerma una vivienda de tres habitaciones, con buena ubicación, oscila entre $1.000 y $2.000 mensuales. Los terrenos se ofrecen entre $30 mil y $60 mil.

Déficit en Rosario
de la Frontera

La mitad de los consultados alquila una pequeña casa o departamento o vive en casa de algún familiar. Los menos son propietarios.

Un 25% del total respondió que está en condiciones de obtener un crédito hipotecario, pero que no se animan a solicitarlo por la incertidumbre en materia económica. Esperan en tanto, ser favorecidos en el sorteo de las viviendas del IPV.

Georgina Maldonado (38) tiene tres hijos y hace 7 años que alquila. De oficio peluquera, vive en un pequeño departamento sobre calle San Martín por el que abona mensualmente $1.000. “No puedo inscribirme en planes de vivienda porque no tengo la tenencia de mis hijos. Desde el IPV me dijeron que tengo que iniciar juicio de tenencia legal para poder inscribirme. Tendría que ser al revés, lo que me facilitaría conseguir la tenencia”, manifestó.

Según fuentes consultadas, el 35% de los habitantes de la ciudad Termal, unas 2.000 familias, está a la espera de acceder a la vivienda propia.

En 2010 se entregaron las últimas 186 viviendas, correspondientes al Programa Federal Plurianual, que se iniciaron en la gestión anterior y fueron entregadas por el actual Gobierno provincial. Y con el nuevo plan lanzado la semana pasada, a Rosario le tocarán 20 viviendas. 

El plan de viviendas
para 2013

El Gobierno de Salta anunció la construcción en la Capital y en otras doce localidades, 1.450 viviendas. Tendrán dos dormitorios, baño, estar-comedor, cocina y lavadero externo. Según el anuncio, se espera que las viviendas estén finalizadas y entregadas en 2013.

De ese total, 900 se harán en la ciudad de Salta, 40 en Apolinario Saravia, 40 en Cerrillos, 200 en General Güemes, 30 en La Caldera, 20 en Metán, 30 en El Galpón, 20 en Río Piedras, 30 en Molinos, 20 en Rosario de la Frontera y otras 120 entre Rosario de Lerma y Campo Quijano.

El anuncio señala que otras 155 viviendas se comenzarán a construir en los próximos días: 100 en Orán, 20 en Chicoana y 35 en el barrio Asembapras. 

Alquilar o vivir con
los padres en Orán

En la ciudad de Orán, más de la mitad de los encuestados señaló que no posee casa propia: el 30% vive con sus padres o suegros y el 25% alquila.

Todos afirmaron que están inscriptos desde hace más de 10 años en planes de viviendas.

El 45% manifestó tener su propio techo. De este grupo, el 60% manifestó que accedió a su vivienda gracias a planes de vivienda, tanto estatales como sindicales (sindicato del azúcar o de comercio). El 20% heredó algún inmueble, mientras que solo el 10% consiguió su propiedad gracias a sus ingresos.

Del total de los consultados, solamente el 10% destacó estar en condiciones económicas de solicitar un crédito, ya que poseen ingresos acordes a las exigencias bancarias. No obstante, todos coincidieron en que el proceso inflacionario del país provoca que los créditos ya no alcancen para cubrir el total de lo que cuesta hacer los cimientos y principales espacios de una vivienda.

De los consultados, el 70% reside en casas, el 20% en departamentos y el 10% en piezas, éstos últimos con menos posibilidades de crédito y esperan un lote. 

“Salta tiene los más
altos alquileres”

Es difícil hablar de la actividad inmobiliaria por año. Más bien debe hablarse de períodos. Para hacerlo debemos remontarnos al gobierno de Carlos Menem, en el que se otorgaron créditos a la clase media. El contexto económico era distinto, no había inflación y muchos pudieron acceder a una vivienda propia o comenzar a construir.

Desgraciadamente todo eso desapareció y tanto la construcción como la demanda de viviendas bajó mucho. Desde el 2000 hasta ahora el Gobierno debiera haber construido unas 3000 nuevas viviendas por año. Lo cierto es que no alcanzó a construirse siquiera la mitad. Algunos años, en la provincia, no se construyeron más de 500 o 600 viviendas. Los censos que se realizaron en 2001 y 2010, comparativamente, son muy claros en ese sentido. El gran problema de la crisis habitacional es que algunas políticas consistieron en entregarles casas en proceso a la clase media y terrenos a los más humildes, quienes no tienen capacidad económica para construir.

La falta de vivienda, por otra parte, hizo que Salta sea una de las provincia con alquileres más altos. Un dato llamativo es lo que ocurre en el macrocentro que, por estos días previos a las fiestas de fin de año, por primera vez se ven locales vacíos. Hace mucho que eso no pasaba.

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