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Los venezolanos volvieron ayer a las urnas, apenas 69 días después de reelegir al presidente Hugo Chávez, esta vez para escoger a los gobernadores de 23 estados, en comicios marcados por la preocupación popular por el estado de salud del mandatario, convaleciente en La Habana tras su cuarta operación.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) dio por cerrados los comicios alrededor de las 18.30 (las 20 en la Argentina), media hora después de lo previsto, y una de sus directores principales directores, Sandra Oblitas, afirmó que había sido una “jornada exitosa”.
Al cierre de esta edición, no se conocían resultados oficiales. Desde el Concejo Nacional Electoral confirmaron que no se brindarían resultados hasta que se logre el relevamiento del 90 por ciento de las mesas.
Unos 17,4 millones de venezolanos estaban habilitados para elegir a los gobernadores y diputados regionales, aunque, si bien no había hasta anoche datos oficiales, la asistencia a las urnas fue bastante moderada y menor a la de los comicios presidenciales de octubre.
Ya a media mañana, las autoridades electorales confirmaron que la enorme mayoría de las mesas estaba abierta, con una afluencia menor a la que se registró el 7 de octubre, cuando Chávez consiguió un nuevo mandato.
Los comicios de ayer cobraron especial importancia a raíz del estado de la salud de Chávez, quien el 10 de enero debe asumir el próximo mandato y está en La Habana, recuperándose de la operación que se le practicó el martes, la cuarta en un año y medio, para combatir el cáncer que padece en la zona pélvica.
La pulseada electoral reflejará cuánto la salud del mandatario presidencial se refleja en las urnas, en parte porque el oficialismo basó los últimas días de campaña en el llamado a votar para “homenajear” al comandate. En la compulsa sobresalieron las competencias por aquellas gobernaciones en manos opositoras, en especial la del estado Miranda, porque ahí pujaron por el Ejecutivo el exvicepresidente Elías Jaua y el líder de la oposición y actual mandatario local, Henrique Capriles Radonski. La suerte de Capriles resulta de importancia porque si logra retener la gobernación de Miranda, probablemente tenga el camino expedito para volver a ser el aspirante a presidente de la oposición.
Esta también fue una de las razones por las que no se dio a conocer la tendencia del escrutinio. El objetivo es evitar denuncias y choques en los candidatos.