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Tal como estaba previsto, empleados y obreros municipales liderados por los dirigentes sindicales de ATE, Fermín Hoyos; de UPCN Jorge Ruiz y de Carlos López, dirigente de un nuevo sindicato local denominado UEMM, iniciaron ayer un paro de actividades por tiempo indeterminado con marchas, movilizaciones y una olla popular que instalaron en las puertas del SUPE donde funcionan las oficinas del municipio local.
Reclaman la urgente derogación por parte del Ejecutivo municipal de una ordenanza sancionada el viernes pasado por el Concejo Deliberante, mediante la cual se ordenó la emergencia económica para recortar sueldos y haberes del personal municipal.
La iniciativa partió del intendente Julián Albarracín y obtuvo el voto de 5 de los 7 ediles, por lo que la exigencia de los sindicalistas -la derogación de la ordenanza en cuestión- aparece como un tema difícil de resolver. Según Albarracín, la medida se adoptó luego de dos conflictos sucesivos en la comuna que se encuentra imposibilitada de poder cumplir con el pago de sueldos, ya que mes a mes presenta un déficit de $400.000.
Según Albarracín este déficit es consecuencia de los sobresueldos de empleados, el pago a personal adscripto a otros organismos y hasta dirigentes políticos que prestan servicios en la actividad privada. Otro de los argumentos de Albarracín es que los sindicalistas perciben haberes por más de $10.000, aunque todos se encuentran con licencia gremial.
Por otra parte, el viernes el concejal del PRS, Domingo Flores, fue agredido por municipales en momentos en que explicaba las razones por las cuales había dado su voto favorable a la norma. Flores formalizó la denuncia penal correspondiente.