La inflación fue otro de los temas candentes del año. En julio la encuesta a los vecinos reveló que la otrora libreta del almacenero se volvió fundamental para poder llegar a fin de mes en el interior.
Los vecinos encuestados señalaron que el fiado les permite comprar los productos fraccionados para utilizar lo necesario día a día y así no gastar de más.
En tanto, quienes compran en los supermercados lo hacen durante los días de descuentos y con tarjetas de crédito.
La mayoría de los encuestados coincidió en que debieron suprimir aquellos gastos que exceden las necesidades básicas de alimentación, salud y educación para llegar a fin de mes. Se dejaron de lado la compra de ropa, las salidas del fin de semana, los gastos de cable y celular, y las vacaciones se convirtieron en un lujo.
En el norte muchos señalaron que solo compran ropa en Bolivia porque es más barato, mientras que en el Valle la opción son las ferias americanas.
La totalidad de los encuestados señaló que ya no tiene capacidad de ahorro y que los incrementos de sueldo no están acordes al aumento del costo de vida. “Las cosas están cada vez más caras y la plata ya no alcanza”, señalaron los vecinos.
Estas respuestas corroboraron los datos arrojados por una de las primeras encuestas del año realizada sobre si los sueldos alcanzan para llegar a fin de mes.
En este sentido, sueldos insuficientes, dos trabajos para poder subsistir, empleos en negro y planes sociales fueron las constantes que se repitieron en las respuestas de los consultados.
El 90% de los encuestados señaló que ropa, auto o vacaciones son un “lujo” que ya no pueden darse.
Quienes tienen un trabajo en blanco deben realizar labores extras. Es así que docentes, policías y empleados municipales se las arreglan haciendo changas y demás en el Valle de Lerma.
Las respuestas se reiteraron en Metán, Rosario de la Frontera y Güemes, donde un solo ingreso no es suficiente.
Los subsidios, pensiones para discapacitados o por familia numerosa y tarjetas sociales conforman la principal fuente de sustento en Tartagal.
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La inflación fue otro de los temas candentes del año. En julio la encuesta a los vecinos reveló que la otrora libreta del almacenero se volvió fundamental para poder llegar a fin de mes en el interior.
Los vecinos encuestados señalaron que el fiado les permite comprar los productos fraccionados para utilizar lo necesario día a día y así no gastar de más.
En tanto, quienes compran en los supermercados lo hacen durante los días de descuentos y con tarjetas de crédito.
La mayoría de los encuestados coincidió en que debieron suprimir aquellos gastos que exceden las necesidades básicas de alimentación, salud y educación para llegar a fin de mes. Se dejaron de lado la compra de ropa, las salidas del fin de semana, los gastos de cable y celular, y las vacaciones se convirtieron en un lujo.
En el norte muchos señalaron que solo compran ropa en Bolivia porque es más barato, mientras que en el Valle la opción son las ferias americanas.
La totalidad de los encuestados señaló que ya no tiene capacidad de ahorro y que los incrementos de sueldo no están acordes al aumento del costo de vida. “Las cosas están cada vez más caras y la plata ya no alcanza”, señalaron los vecinos.
Estas respuestas corroboraron los datos arrojados por una de las primeras encuestas del año realizada sobre si los sueldos alcanzan para llegar a fin de mes.
En este sentido, sueldos insuficientes, dos trabajos para poder subsistir, empleos en negro y planes sociales fueron las constantes que se repitieron en las respuestas de los consultados.
El 90% de los encuestados señaló que ropa, auto o vacaciones son un “lujo” que ya no pueden darse.
Quienes tienen un trabajo en blanco deben realizar labores extras. Es así que docentes, policías y empleados municipales se las arreglan haciendo changas y demás en el Valle de Lerma.
Las respuestas se reiteraron en Metán, Rosario de la Frontera y Güemes, donde un solo ingreso no es suficiente.
Los subsidios, pensiones para discapacitados o por familia numerosa y tarjetas sociales conforman la principal fuente de sustento en Tartagal.
Preocupa el avance de la droga
Las drogas, en especial el paco, van penetrando cada vez más en las ciudades del interior, que hasta hace un par de años parecían ajenas a este flagelo.
Así lo describieron los vecinos encuestados sobre este tema a principio de año.
Al creciente narcotráfico registrado en el norte provincial, con cada vez más frecuentes operativos de secuestros de drogas; y el incremento de las bocas de expendio, la situación se agrava por la falta de centros para el tratamientos de adicciones, según dijo casi totalidad de los encuestados del interior.
A ello hay que sumar la delincuencia en la que caen los adictos para poder sostener su vicio, lo que los hace presa fácil de numerosos inescrupulosos para iniciarlos en robos y hechos de mayor violencia.
La mayoría de los encuestados aseguró saber dónde se emplaza alguna boca de expendio y que también conocen a personas que consumen drogas.
Todos los consultados coincidieron en que no harían una denuncia penal porque no confían ni en la Policía ni en la Justicia.
También por temor a las represalias de “dealers” y traficantes.
Casi todos los encuestados señalaron en que las fuerzas de seguridad conocen el accionar de los dealers y que no hacen nada para detener a los responsables.
Las drogas más comunes, según los vecinos, son la marihuana, el paco, el pegamento y, en menor medida, la cocaína.
En todas las ciudades, los vecinos coincidieron que los barrios periféricos son los más castigados por la venta de droga, ya que en ellos se asientan las bocas de expendio.
Otra señal de alarma que destacaron los consultados es que hoy en día chicos cada vez más chicos y jóvenes se drogan a plena luz del día.
Aseguraron a su vez que las peleas entre bandas son cada vez más comunes y violentas.
En este sentido, coincidieron con datos aportados por las fuerzas de seguridad del norte. “Antes buscaban el momento oportuno para drogarse o robar. Ahora no les importa nada y los hechos son cada vez más violentos”, destacaron fuentes consultadas en ese entonces.
La mayoría de los encuestados señaló que la solución pasa por un mayor accionar y protección de la Policía hacia los vecinos. Consideraron que no se hace lo suficiente.
Si bien hay ciudades del norte y sur en las que el paco no es común, ello solo es cuestión de tiempo, por lo barato que es y la dependencia que genera. Según datos aportados por la Justicia Federal, uno de los ámbitos donde más creció el narcotráfico es el departamento Orán. A pesar de los 15 mil metros cuadrados de extensión, la Brigada de Drogas Peligrosas cuenta con un solo móvil.