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Discutido y polémico desde sus comienzos, el impuesto a los créditos y débitos bancarios, más conocido como el impuesto al cheque, atraviesa su mejor momento, porque además de aplicar de manera simplificada el gravamen, acompaña el crecimiento de las actividades financieras y en estos momentos, en materia de recaudación se ubica en el tercer lugar, detrás del IVA y Ganancias, dos impuestos tradicionales.
Para representarlo gráficamente, cuando se cobra un cheque, se retira de la cuenta corriente el monto del cheque para el cobrador y se aplica el 0,6% del valor del cheque que va al Estado, pero si tenemos en cuenta que ese monto tuvo que ser acreditado en algún momento previo a la cuenta, esa acreditación estuvo gravada por otro 0,6%, por lo tanto por cada transacción hecha por cheque, el estado recauda el 1,2%. Un cliente de un importante banco salteño, comentaba sorprendido: “Yo tenía que cobrar $ 80.000 y cuando retiré la plata me descontaron el impuesto al cheque, pero mi sorpresa fue mayor cuando le reclamé al titular de la cuenta y me dijo que él también pagaba; es decir que el Estado percibe de manera doble”.
Consultada una fuente impositiva, explicó que en realidad el impuesto se llama al Crédito y Débitos en cuenta corriente, lo que determina claramente que el gravamen no recae dos veces en el mismo contribuyente. Al fin una cuestión de interpretación para los que pagan, pero no así para el Estado, que observa como mes a mes el impuesto aumenta de manera sostenida.
Durante el tercer mes del año, se registraron importantes aumentos en la recaudación de los principales tributos. En ese escenario la recaudación de Créditos y Débitos en cuenta corriente ascendió a $ 3.375 millones, un 38,5% más que en marzo de 2011, con un acumulado parcial en el trimestre de $ 9.838 millones. De este modo, evidenció una notoria aceleración en su ritmo de crecimiento respecto a los últimos tres meses, cuando aumentó en promedio un 21%.
El incremento en la recaudación de este tributo estuvo explicado en parte por el aumento de las transacciones bancarias gravadas, y por la inclusión en el vencimiento de dos días hábiles más. Durante el mes de marzo la recaudación tributaria nacional ascendió a $ 48.363 millones, resultando un 29,1% más elevada que la alcanzada en igual mes del 2011. De acuerdo a un informe del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) en términos nominales, dicho aumento significó el ingreso de $ 10.900 millones adicionales a la caja nacional. El Impuesto a las Ganancias, con $7.771 millones, presentó un incremento interanual de 30,2%, destacando que el mismo fue producto tanto de las mayores retenciones como de los pagos de anticipos de las sociedades. Por su parte, el impuesto más relacionado con el nivel de actividad corriente, esto es el IVA Neto (de devoluciones y reintegros) recaudó $ 13.546 millones, un 18,9% más que en marzo del año pasado. No obstante esta cifra significó una desaceleración de 10 puntos porcentuales respecto a febrero.
En ese contexto el IVA DGI, que refleja el consumo de bienes locales, resultó un 38% mayor en la medición interanual, en tanto que el IVA DGA (aduanero) registró una caída interanual del 15%. La retracción de este tributo, relacionado al consumo de bienes importados, sería ya un reflejo del impacto de las restricciones comerciales al ingreso de bienes extranjeros. Considerando algunos parámetros en relación con los últimos meses, la Consultora Economía & Regiones, destaca que de acuerdo a la vigencia empírica, el nivel de actividad se estaría enfriando, por lo que la mayor recaudación de IVA no podría estar sustentada en un mayor dinamismo económico. Al mismo tiempo, tampoco parecería haber un recrudecimiento de la inflación que justificara el “salto” en la recaudación de IVA. Un razonamiento que explicaría la suba en la recaudación, podría ser que en un marco de menor crecimiento y trabas a las importaciones el consumo se está abasteciendo de stock y no de nueva producción, lo que sería preocupante.