En el primer cuatrimestre el endeudamiento del Gobierno con diferentes organismos del sector público alcanzaron los 20.750 millones de pesos, sin contar los 5.746 millones de dólares del Fondo de
Desendeudamiento, de los que el directorio del Banco Central ya liberó un tramo de 2.180 millones de dólares.
Esta medida se enmarca dentro de las nuevas facultades del directorio del Banco Central, luego de la modificación de la ley de la Carta Orgánica. A partir de allí el Gobierno podría usar libremente las reservas de dólares del Central una vez agotadas las de libre disponibilidad, que por otra parte se gastaron hace un tiempo.
A propósito de este tema, una nota del economista Diego Saravia, funcionario del Banco Central de Chile, publicada en el Blog Foco Económico de la Universidad Di Tella, aporta una interesante evaluación sobre el nivel de reservas que tiene hoy el BCRA.
La modificación a la Carta Orgánica del Banco Central de Argentina otorgándole más flexibilidad para financiar al Tesoro, ha originado una serie de discusiones sobre los efectos que la misma tendría en variables fundamentales como la inflación.
El economista salteño destaca que lo que pase con la inflación y el nivel de reservas va a depender de cómo interactúe el Banco Central y el Gobierno y de cuál sea el escenario de crecimiento del país. Por otra parte, considera que es válido el debate sobre el nivel de reservas del país, por cuanto esta variable es clave en la discusión de los efectos de la reforma. “Llama la atención que habiendo manifestado el Banco Central que iba a determinar su nivel adecuado, la discusión en ese sentido no haya pasado del nivel anecdótico”.
Si Argentina se comportase como el promedio de los países con características similares, el ratio de reservas a PIB debiese ser alrededor de 13%, dado sus “fundamentales” económicos. Calculado con datos de finales del 2011, este ratio se encuentra en 10% del PIB. Si bien se podría argumentar que estos números no son muy diferentes entre sí, este criterio no avala el uso de reservas por ser excesivas.
Concluyendo -destaca Saravia-, si bien se podrían sacar diferentes conclusiones de acuerdo con el indicador que se mire, creo que no es arriesgado ni erróneo decir que en Argentina no sobran reservas (el indicador que así lo indica es consecuencia de un nivel de bancarización muy bajo para el tamaño de la economía). “Si bien, relativamente, a otras épocas no se está en una zona de peligro, tampoco se está en una situación de holgura como para tirar manteca al techo”, concluyó.
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En el primer cuatrimestre el endeudamiento del Gobierno con diferentes organismos del sector público alcanzaron los 20.750 millones de pesos, sin contar los 5.746 millones de dólares del Fondo de
Desendeudamiento, de los que el directorio del Banco Central ya liberó un tramo de 2.180 millones de dólares.
Esta medida se enmarca dentro de las nuevas facultades del directorio del Banco Central, luego de la modificación de la ley de la Carta Orgánica. A partir de allí el Gobierno podría usar libremente las reservas de dólares del Central una vez agotadas las de libre disponibilidad, que por otra parte se gastaron hace un tiempo.
A propósito de este tema, una nota del economista Diego Saravia, funcionario del Banco Central de Chile, publicada en el Blog Foco Económico de la Universidad Di Tella, aporta una interesante evaluación sobre el nivel de reservas que tiene hoy el BCRA.
La modificación a la Carta Orgánica del Banco Central de Argentina otorgándole más flexibilidad para financiar al Tesoro, ha originado una serie de discusiones sobre los efectos que la misma tendría en variables fundamentales como la inflación.
El economista salteño destaca que lo que pase con la inflación y el nivel de reservas va a depender de cómo interactúe el Banco Central y el Gobierno y de cuál sea el escenario de crecimiento del país. Por otra parte, considera que es válido el debate sobre el nivel de reservas del país, por cuanto esta variable es clave en la discusión de los efectos de la reforma. “Llama la atención que habiendo manifestado el Banco Central que iba a determinar su nivel adecuado, la discusión en ese sentido no haya pasado del nivel anecdótico”.
Si Argentina se comportase como el promedio de los países con características similares, el ratio de reservas a PIB debiese ser alrededor de 13%, dado sus “fundamentales” económicos. Calculado con datos de finales del 2011, este ratio se encuentra en 10% del PIB. Si bien se podría argumentar que estos números no son muy diferentes entre sí, este criterio no avala el uso de reservas por ser excesivas.
Concluyendo -destaca Saravia-, si bien se podrían sacar diferentes conclusiones de acuerdo con el indicador que se mire, creo que no es arriesgado ni erróneo decir que en Argentina no sobran reservas (el indicador que así lo indica es consecuencia de un nivel de bancarización muy bajo para el tamaño de la economía). “Si bien, relativamente, a otras épocas no se está en una zona de peligro, tampoco se está en una situación de holgura como para tirar manteca al techo”, concluyó.