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25 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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El pueblo se resiste al traslado de un cura

Domingo, 08 de abril de 2012 19:48

Por estos días, la partida del padre Víctor Fernando Yurquina, quien durante nueve años desarrolló su tarea evangelizadora e impulsó la construcción de la parroquia local, es el tema de conversación más común entre los vecinos de Las Lajitas.

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Por estos días, la partida del padre Víctor Fernando Yurquina, quien durante nueve años desarrolló su tarea evangelizadora e impulsó la construcción de la parroquia local, es el tema de conversación más común entre los vecinos de Las Lajitas.

La comunidad anteña aún no acepta el traslado del sacerdote a Rosario de la Frontera. El clérigo será reemplazado esta semana por el padre Francisco Alberto.

Yurquina nació en Salta capital donde se crió en el barrio Villa Cristina, tiene 45 años y desde hace 16 es sacerdote.

Los vecinos lo describen como un hombre carismático, frontal y buen evangelizador. “Es un mensajero de Dios”, aseguran. En esa relación hay una mística, por eso muchos lloran y lamentan su partida.

El próximo miércoles, Yurquina cumplirá nueve años de labor en el pueblo de Anta. Ese día celebrará su última misa y la comunidad lo despedirá con una gran fiesta popular, que se desarrollará en el Complejo Deportivo Municipal.

El religioso es un reconocido hincha de Boca Juniors y, justamente, esa pasión lo llevó a organizar junto a productores agrícolas y vecinos de la zona un partido exhibición a beneficio en noviembre de 2005, del que participó la tercera categoría de ese club.

El evento permitió recaudar fondos para la construcción del principal templo del pueblo, frente a la plaza principal. Cuando el sacerdote llegó a la jurisdicción la obra estaba paralizada y sólo se habían construido los cimientos. La parroquia fue un logro de toda la comunidad, como suele decir Yurquina, pero sin duda él fue uno de sus grandes impulsores.

Aún restan terminar algunos detalles, como la instalación del sistema eléctrico, los bancos y la pintura del edificio. Pero el grueso de los trabajos, ya se realizaron.

“Las Lajitas es un pueblo de fe. En estos nueve años hice hincapié en la catequesis porque considero que es la base en la que se apoyará la futura iglesia, lo que va a sostener la obra. Actualmente hay 700 chicos, lo que representa un gran compromiso”, dijo el sacerdote a El Tribuno.

Junto a sus colaboradores hizo crecer año a año la fiesta patronal de San Antonio de Padua, que se desarrolla cada 13 de junio en el que el pueblo rinde culto al santo con una gran muestra de fe y devoción.

“He tratado de armonizar a los distintos sectores de la comunidad y establecí un vínculo de vida con la gente. Estoy muy agradecido. Voy a extrañar mucho a esta comunidad”, dijo el padre Yurquina sobre su partida. Aclaró que se va con el corazón lleno, tranquilo y complacido por tanto cariño.

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