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La totalidad de las personas encuestadas considera que los chicos se pelean más que antes.
“Los chicos son muy burlistas y se pelean principalmente por el aspecto físico de sus compañeritos”, contestó la mayoría de los encuestados. Opinan, además, que la mayoría de las peleas ocurren en los recreos y a la salida de clases. Algunos, incluso, dicen que los chicos están totalmente desinhibidos y no les importa pelear en plena hora de clase, aun en presencia de las maestras u otras personas adultas de la comunidad educativa.
Casi la mitad de los encuestados dice que conoce al menos un caso de hostigamiento escolar y sostiene que es un tema muy delicado y triste para quienes son víctimas de este tipo de situaciones.
Al preguntarle a la gente a quiénes les caben responsabilidades por estas conductas de los chicos las respuestas son divididas: casi la mitad piensa que las autoridades de la escuela hacen “la vista gorda” al comportamiento de los estudiantes. El resto dice que, indudablemente, los padres son los que deben transmitir los valores y las reglas más básicas del comportamiento. “Han cambiado mucho las costumbres”, dicen otros.
“¿Cree que hay patotas internas en las escuelas?”, interrogó El Tribuno. Las respuestas también estuvieron bastante divididas. “No se puede hablar de patotas, pero sí de que siempre hay en las aulas grupitos de chicos conflictivos”, dijeron. En otros casos, los vecinos aseguraron que sí hay patotas.
En San Remo, la mayoría de los vecinos encuestados dicen también que el consumo de drogas y el alcohol ha profundizado el tema de la violencia escolar.