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Según The New York Times, la Argentina se convirtió en un “destino narco”. El matutino de la gran manzana norteamericana publicó que el país reúne todas las condiciones para albergar a los narcotraficantes más buscados de la región y, por su posición geográfica y orientación hacia los mercados europeos, aparece como el territorio ideal para la consolidación de nuevas filiales de los carteles de la droga.
El análisis sobre la materia, que en realidad se ha transformado en un problema aparentemente sin solución para las autoridades nacionales y provinciales, fue dado a conocer en la edición del sábado pasado por el prestigioso rotativo. Es que todo indica que no hay cómo parar el aluvión de mulas, camellos, gendarmes y policías corruptos, aviones que arrojan la droga desde las alturas en los grandes y solitarios campos de cultivo de soja de Salta y Santiago del Estero, principalmente,
Según el artículo, Argentina dejó de ser solo un punto de escala para los narcotraficantes y pasó a convertirse en un destino fijo, de refugio y un lugar seguro para el escondite.
“En la medida en que el tráfico de drogas ilegales empieza a hacerse presente en Argentina, los residentes están cada vez más acostumbrados a las noticias de primera plana con información de operativos de droga, tiroteos y la cruda realidad de que el país ya no es simplemente un punto de tránsito para los traficantes más buscados en México y Colombia”, informó The New York Times.
“Para muchos de estos narcos fuera de la ley, Argentina se convirtió en la base, un confortable refugio donde muchos de ellos se encuentran manteniendo una mano en la industria”, sigue el texto.
Según el diario, la situación responde a varios factores, aunque el principal es la necesidad de las bandas de narcotraficantes de radicarse en un sitio que les de cobertura de seguridad y a partir de esa comodidad, expandir sus operaciones a otros países.
Escenario
The New York Times indicó que la Argentina, que era un punto de tránsito en la década del 90', se convirtió en un mercado rentable por la gran demanda local de drogas y que, a diferencia de lo que pasa en otros países de la región, “el gobierno aún no dirigió su poderío militar a la lucha contra el narcotráfico”.
“El narcotráfico responde a la lógica de la globalización, no reconoce fronteras”, cita el diario a la ministra de Seguridad argentina, Nilda Garré. Además, la nota advierte que la banda de narcotraficantes del cartel Sinaloa (México) se infiltró en comunidades pobres de la zona tropical de alta densidad que limita con Paraguay y Brasil, en el norte del país.
El matutino neoyorquino no hace, sin embargo, referencia a la zona de mayor cantidad de secuestro de cocaína de máxima pureza, que es la frontera saltojujeña-boliviana, donde la droga está haciendo estragos y dejando un reguero de muertos en acciones cada vez más comunes, como los ajustes de cuentas.