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Hoy es el cumpleaños de mi hijo, Robertino Zilli.
La vida siempre invita a la reflexión. Vivir todos los días peleándole a la muerte conduce al cansancio. Doña enfermedad a veces da tregua y hasta parece que vamos ganándole con ventaja y no estamos muy preparados para ser derrotados.
Para Robertino la satisfacción es saber que cuando tubo una vida plena, dejó en cada persona que lo conoció una luz, logrando que cada uno de ellos lo recuerde con una sonrisa y así nunca morirá.
Pasaron cuatro años y Rober vive aún y como lo expresó un grande que se fue al cielo hace poco: “Tanto amor recibido obliga a seguir en la lucha”.
Por momentos el cansancio de todos los que luchamos a la par de él se hace presente, nos invade el desaliento traicionero y el panorama se oscurece, pero el amor recicla el mal y esas ganas de seguir vuelven a aparecer y nos volvemos a rearmar. La lucha para nosotros continúa y el amor de muchos nos sostiene.
Gracias a los que siguen acompañándonos, profesionales, enfermeras, amigos, familia y Gobierno de Salta.
María Cecilia Viglione
Ciudad