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Ayer aproximadamente a las 20, frente a la feria americana La Saladita Salteña, sobre avenida del Líbano, se produjo un enfrentamiento entre un grupo que se identificaban como vecinos del barrio Morosini, en su mayoría menores, y trabajadores de esa feria. Los roces se sucedieron luego de que el grupo de manifestantes quemara unas llantas cuyo humo ingresaba a las carpas donde en general los feriantes concurren con sus familias.
Esto provocó que los feriantes buscaran apagar el fuego, lo que fue contestado por los manifestantes con una pedrea sobre las carpas. Alertada, la Policía actuó con un fuerte dispositivo que comprendió a personal y móviles de varias comisarías de la zona, incluso Bomberos y 911.
El personal actuó para dispersar a los alterados y se sucedieron diferentes situaciones violentas en los que no faltaron corridas, pedradas y, según cuentan los vecinos, balas de goma. Ante esta situación se movilizaron algunos referentes como la presidenta del barrio de apellido Ahumada, quien señaló que “la feria se tiene que ir o se tiene que ir”. Argumentó que desde que se pusieron las carpas en el terreno donde se encontraba un baldío que era usado como cancha de fútbol, aumentaron los robos. “Es gente de boca sucia”, lanzó Ahumada.
Manifestaciones como la de anoche se repiten todos los fines de semana, cuando el comercio ferial es álgido. Por esta acción precisa, los feriantes culpan a Mario Pastrana, titular de Sofesa que lleva adelante una feria americana similar a la Saladita Salteña, en un predio del mismo barrio. “Nosotros hemos sido estafados por este señor que nos hizo pagar durante dos años y medio por una cooperativa que nunca existió”, señala Irma Silva, presidenta de la cooperativa.
Según Silva, se cruzan varios intereses detrás de las manifestaciones que son “convocadas por un grupo de quince personas, todos menores, con algún discapacitado incluso. Ellos cobran por ir a tocar donde sea y vienen aquí porque Pastrana les paga. Después se van a comer un asado, a tomar vino, esa es la gente que no nos deja trabajar”, aseguró.
“¿Cómo se puede permitir esto? ¿Por qué nadie toma acciones con esta gente que nos viene a agredir mientras estamos trabajando? Hemos hecho arreglos en todo el predio, pusimos luz, agua, cloacas y cerramos el perímetro. Aquí antes era juntadera nocturna de vendedores de drogas, incluso se prostituía un chico travesti. Está todo filmado. En realidad la mayoría de los vecinos están agradecidos: por eso no se los ve”, añadió la mujer.
Juan Benítez, de la Saladita Salteña
“La manifestación está armada por gente que en su mayoría no es del barrio Morosini y que en realidad responde a Mario Pastrana, administrador de la feria La Sureña. Son niños que arrojan bombas de estruendos en el predio instigados por mayores que les pagan con asado y bebidas alcohólicas. Nosotros estamos en regla y si nos falta queremos cumplirlas a todas. Nosotros queremos trabajar para que nuestros niños puedan estudiar y no sean burros de carga que deban trabajar todo el día para conseguir el sustento como tenemos que hacerlo nosotros, aguantándonos este tipo de persecuciones”.
Lidia Ahumada, presidenta de Bº Morosini
“Nosotros no pararemos hasta que esta gente se vaya de aquí, porque desde que están se acabó la paz y hay robos constantemente. La culpa de esto la tiene el intendente Isa que ha puesto todas las ferias aquí como si se tratara de tierra de nadie. Aunque con la otra feria que está en el barrio no tenemos ningún inconveniente, solo con ésta. Y es porque son unos boca sucia, que insultan cuando uno pasa ¿Y qué hace la Policía? Los defiende a ellos, no a nosotros que somos vecinos. Nadie nos consultó si queríamos o no tener en el barrio una feria, pero se van a tener que ir, aunque tengamos que dormir en la vereda reclamando”.