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Hugo Moyano no deja de desafiar al Gobierno nacional. El viernes el Ministerio de Trabajo hizo lugar a un reclamo de los antimoyanistas y dejó sin efecto el congreso sindical para elegir nuevas autoridades dentro de la CGT. Ayer Moyano no tardó en responder y le aseguró al Gobierno y a los antimoyanistas que “el congreso se hace igual con los gremios que estén presentes”.
El congreso sindical se realizará el próximo jueves 12 de julio para elegir a las nuevas autoridades de la central gremial, a pesar de la impugnación que recibieron de la oposición y del freno que impuso el Ministerio de Trabajo.
Moyano evaluó que está situación es “una maniobra absolutamente política, no tiene nada que ver con el tema jurídico”.
El líder de los Camioneros anticipó que el día del congreso va a “denunciar a todas las organizaciones gremiales que han presionado” para que no se concrete la reunión y señaló que el Ministerio de Trabajo “es el órgano utilizado para convalidar el fraude”.
La decisión de Trabajo
El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Trabajo, hizo lugar ayer al reclamo del antimoyanismo al dejar sin efecto el congreso sindical del 12 de julio convocado por la CGT, y llamó a la central obrera a realizar una nueva reunión del consejo directivo.
Sin embargo, Moyano confirmó ayer que el congreso se va a realizar porque “hay una maniobra política donde han puesto todo el poder del Estado para evitar que se realice” la reunión donde podría ser reelecto el líder camionero.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, argumentó el viernes que en la reunión del consejo directivo en la que se hizo la convocatoria a elecciones “no hubo quórum, no se cumplieron los requisitos”, y decidió que la resolución “queda en manos de las propias organizaciones sindicales para normalizar el proceso electoral”. “El asiento (de Tomada) temblaba, parecía que como no estaba diciendo la verdad tenía bastante temor de lo que estaba diciendo”, ironizó Moyano sobre la conferencia de prensa que brindó el ministro para dar a conocer la resolución que frenó el congreso del 12 de julio.
Según Moyano, “el Ministerio de Trabajo ha convalidado el fraude, es un tema absolutamente político que le han dado un respaldo jurídico que no lo tiene”, e insistió en que “quien debe proceder es la Justicia, no el Ministerio de Trabajo, nosotros vamos a seguir adelante”.
El referente gremial reiteró así uno de los principales argumentos del moyanismo acerca de que el ministerio no tiene competencia para resolver un conflicto interno de la CGT y que, a lo sumo, debería tratarse en sede judicial en caso de no ponerse de acuerdo. El último miércoles, el ministerio no pudo conciliar las posiciones enfrentadas que mantienen los sindicalistas alineados a Hugo Moyano y sus opositores en torno de la renovación de la cúpula de la CGT.
Por su parte, el jefe del gremio de judiciales, Julio Piumato, denunció que la resolución del ministerio “es ilegal e ilegítima”.
En medio de esta pelea por el poder, en el corazón de la Confederación General del Trabajo siguen estando los trabajadores. Los únicos y mayores perjudicados por esta interna que trasciende el edificio emblemático de Azopardo 820 y llega hasta la Rosada siguen siendo los mismos: los trabajadores. Este jueves será clave para ver como queda conformada la CGT y si se termina partiendo como presagian algunos analistas sindicales y figuras del mundo político.
Pignanelli recordó que a veces “hay que acompañar”
El secretario general del gremio de los trabajadores mecánicos (SMATA), Ricardo Pignanelli, admitió ayer que si se fractura la CGT “el movimiento obrero se debilita”. Al mismo tiempo, abogó para que el jefe de esa central, Hugo Moyano, acepte que “a veces toca conducir y otras, acompañar a la conducción”.
Tras ratificar su apoyo a la eventual candidatura del secretario general de la UOM, Antonio Caló, como jefe de la CGT, Pignanelli manifestó su esperanza de que “cuando se terminen estos cruces entre moyanistas y antimoyanistas no haya fracción y haya una sola CGT”.
El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Trabajo, invalidó el viernes el congreso previsto para el próximo 12 para la renovación de autoridades sindicales, aunque ayer Moyano ratificó la realización del cónclave en el estadio de Ferro.
Pignanelli aceptó que si “se abre el movimiento obrero, se debilita” y llamó al líder del Sindicato de Camioneros a reflexionar sobre esta situación y a recordar que la “unión hace la fuerza”.
Ante una pregunta sobre si, en medio del enfrentamiento con el Gobierno nacional y con sectores sindicales, Moyano podría quedar fuera de juego, Pignanelli resaltó: “¿Quedar fuera de la cancha es no conducir? No es así, a veces te toca estar dentro de la cancha. A veces te toca conducir y a veces te toca acompañar a la conducción”, reflexionó.