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En un campo de juego en pésimas condiciones, Independiente fue un poco más, pero le faltó peso dentro del área rival y no pudo superar a un adversario que jugó el último cuarto de hora con un hombre menos por la expulsión de Francisco Cerro.
El punto le sirvió más al conjunto de Liniers, que se ubicó en el lote de escoltas a solo dos unidades de Colón, mientras el rojo permanece último en la tabla de promedios, de cara al clásico con Racing Club.
El local había empezado mejor, pero un corte de luz interrumpió el juego a los 16 minutos.
El partido se retomó media hora después y poco a poco recuperó dinamismo. Vélez asumió definitivamente el papel protagónico e hilvanó las jugadas más peligrosas, pero no las supo definir.
En el segundo tiempo se hizo más notoria la diferencia de madurez de ambos equipos: Independiente atacaba con mayor inteligencia y determinación, mientras que el fortín, timorato, zozobraba con la ilusión de capitalizar alguna chance aislada.
El conjunto de Liniers manejaba la pelota y dominaba territorialmente al local, pero las réplicas del rojo eran cada vez más incisivas y frecuentes.
A los dos minutos del complemento estuvo a punto de caer la valla custodiada por Montoya, tras un desborde de Claudio Morel Rodríguez por izquierda y un pase hacia atrás que Ernesto Farías desaprovechó rematando al cuerpo del guardavalla. Luego el mismo delantero desaprovechó dos chances más.
Vélez, que terminó con uno menos por la expulsión de Francisco Cerro a los 30', casi gana al final.
En tanto, quedó instalada la preocupación en el rojo, que todavía no convirtió en ninguna de las dos fechas y ahora se le viene Racing, el próximo sábado.