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El Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF) del Ministerio Público encontró en la memoria del teléfono celular del agente Roberto Augusto Barrionuevo las imágenes originales del video en las que se aprecia a cinco policías de civil sometiendo a torturas a dos detenidos, en mayo de 2011, en la comisaría de General Gemes.
Fuentes extraoficiales informaron ayer a El Tribuno que el detalle del peritaje realizado por el CIF fue remitido al juez de Instrucción Formal 3, Pablo Farah, quien de inmediato programó indagar nuevamente a Barrionuevo, para que amplíe sus anteriores testimonios. Cuando fue detenido no solo negó haber realizado la filmación, sino que dijo que no había estado en el lugar cuando dos jóvenes, Miguel Angel Martínez y Mario Luis Rodríguez, eran sometidos a salvajes tormentos, en una jornada que se presume lluviosa y fría, en la que a uno le hacían el submarino seco y a otro le lanzaban baldazos de agua fría. Ambos estaban esposados y vestidos solo con calzoncillos.
El hallazgo de la filmación en el celular del agente, trascendió 24 horas después que el sospechoso confesara que, efectivamente, había realizado la filmación y justificara sus mentiras previas, aduciendo miedo a sus superiores, represalias de los inculpados y verticalidad con los códigos internos de la grey policial.
“Este chico confesó lo de la filmación porque alguien de su entorno se enteró del hallazgo realizado por los peritos del CIF”, dijo uno de los investigadores del caso.
El magistrado volverá a tomarle declaración hoy, para que amplíe sus dichos ya que en el lunes pasado aseguró que la toma la había realizado con su celular, de manera clandestina y con el aparato disimulado en un estuche adherido a su cinto.
De la misma manera y a raíz del estudio del libro de guardia de la comisaría de Gemes, ayer quedó en firme que la fecha de las torturas fluctúa entre el 24 y el 31 de mayo del año pasado, la única semana en la que los jóvenes sometidos a apremios ilegales, estuvieron detenidos al mismo tiempo.
De acuerdo a los portavoces, el juez Pablo Farah, ya tendría incluso el día en que se produjeron los mismos: el viernes 27, en horas de la tarde.
Para precisar el dato, el magistrado tomará declaración a otro sospechoso: el comisario Omar Vivas, que por entonces era el segundo jefe de la dependencia y quien estaba al mando de la misma en ocasión de las torturas.
La comisaria Beatriz Campos, quien era su superior inmediato, ya había dado a conocer a Farah sus sospechas en torno de Vivas, diciendo que él sabía lo de las torturas, aunque no queda claro por qué la mujer calló el hecho durante más de un año, de la misma manera que no hay explicaciones que justifiquen su primera declaración ante el juez, en la que aseguró que tenía conocimiento de la existencia del video desde el 13 de julio de este año, es decir, cinco días antes que el mismo magistrado, el jefe de la Policía, Marcelo Lami y el Ministro de Seguridad, Eduardo Sylvester.
De lo que no quedan dudas, es que Vivas quedará detenido hoy.
Y lo que llama la atención es que la fecha de las torturas coincide matemáticamente con las que sufrió Carlos Giménez, hermano del subcomisario Gabriel Giménez -acusado de narcotráfico-, en la misma comisaría de General Gemes, que también es investigada en el fuero federal.
Familiares exigieron el principio de inocencia
Familiares y amigos de los policías acusados de apremios ilegales se concentraron ayer a las 10, en la puerta de la Ciudad Judicial. Alrededor de 30 manifestantes, con pancartas y elementos de percusión reclamaron el principio de inocencia para los efectivos detenidos. “Deben haber pruebas para que los tengan encerrados. Son cinco perejiles. El video no es prueba de nada y nuestros familiares quedaron pegados a una situación en la que no tienen nada que ver”, manifestaron ofuscados
“¿Quién defiende los derechos humanos de los trabajadores? Derechos humanos para todos o nadie”. “Dejen de atarle las manos a los policías”. “¿Dónde queda la seguridad del pueblo?”. “Devuélvanme a mi papá Leo Serrano”, decían algunos de los carteles que porta ban.
“Mis hijos pasaron el Día del Niño de una forma horrible. Tuvieron que visitar a su padre en la cárcel. Tengo una hija de once años y un bebé de un mes y medio. Mi esposo no lo pudo conocer bien. Antes de ingresar al pabellón de visitas, a mi bebé lo revisaron y le sacaron hasta el pañal. Esto es una injusticia. Mi marido no aparece en ese video. Quedó involucrado en esto y él es inocente. Siempre quiso ser policía, soñaba con eso y así es como le pagan”, manifestó Mónica Ibarra (31), esposa de Leonardo Serrano, uno de los detenidos.
“Mario Rodríguez, uno de los supuestos maltratados en ese video fue acusado de un abuso a una niña hace tres años. La sometió con un palo. Por ese motivo los resultados de ADN dieron negativos. Pero es el culpable”, sostuvo Sara Ramírez, hermana de otro efectivo.
“Estamos cansados de tanta impunidad. A nuestros maridos los tratan como delincuentes. Los vamos a defender porque están encerrados, mientras a los malvivientes les dan dinero, casa, subsidio en General Gemes para que vengan a la Ciudad Judicial a declarar mentiras. Mis cuatro hijos estuvieron el Día del Niño en medio de rejas. Mientras los ladrones y violadores se ríen de nosotros. Han violado a una nena y siguen sueltos. Mi esposo, el sargento Ramírez le entregó a la Policía 20 años de su vida. Ahora no voy a permitir que digan que es un delincuente como dijo el gobernador. El legajo de mi marido es impecable, nunca tuvo una denuncia. Urtubey, el ministro de Seguridad el y jefe de la Policía son los responsables de todo el dolor que tenemos. Por culpa de ellos nuestros maridos están presos. Prefieren a los delincuentes antes que a los efectivos de la fuerza”, sostuvo Elizabeth Tarifa (40), esposa de Héctor Ramírez. Los manifestantes anunciaron otra marcha para hoy a las 10, también en la Ciudad Judicial.