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Rebeldes sirios cañonearon ayer una base aérea militar en Aleppo con un tanque que le habían arrebatado al Ejército, mientras activistas informaron que el régimen lanzó nuevas incursiones contra los combatientes opositores cerca de Damasco, y mató a decenas.
Las noticias desde Aleppo son los primeros indicios de que los rebeldes están empezando a desplegar armas pesadas que han logrado capturar en las últimas semanas.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que el tanque, que el régimen había utilizado para lanzar ataques contra posiciones rebeldes, ahora atacó el aeropuerto militar Menagh, en las afueras de Aleppo.
El informe representa una escalada en los combates entre las dos partes, ya que hasta este momento las fuerzas rebeldes han sufrido una enorme disparidad en materia de arsenal frente al bien armado Ejército de Siria, que también tiene aviones de combate y helicópteros artillados.
Las fuerzas rebeldes conservan en su poder varios barrios de Aleppo.